OPINIÓN: El financiamiento de la cadena de suministro, el eslabón perdido
Nota del editor: Gabriel Pérez del Peral es profesor Investigador de la Escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana. Síguelo en Twitter como @gperezdelperal. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) - En nuestro país, conforme pasan los sexenios, sigue creciendo el reto de poder articular como proveedoras a las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en las cadenas de valor de las grandes compañías exportadoras, todo ello en el contexto del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Por lo anterior, es imperativo diseñar e innovar esquemas de financiamiento que garanticen la supervivencia y desarrollo de este sector tan importante, que genera el 72% del empleo y el 52% del Producto interno Bruto (PIB).
Es un hecho que en los últimos años las empresas en México han tenido múltiples problemas para acceder al crédito bancario, el cual ha sido sustituido por el crédito que les otorgan los proveedores; aquí se presenta una pregunta, ¿quién financia a los proveedores? En el mundo, la tecnología está cambiando la forma en que se financian las empresas que venden a otras empresas, y está presionando a los bancos para realizar nuevas alianzas.
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El año pasado, Kiddyum, una pequeña empresa de Manchester que provee comida congelada para niños, ganó un contrato de Sainsbury´s, una gran cadena de supermercados del Reino Unido. Los dueños y fundadores de Kiddyum estaban encantados, pero este repentino éxito impactaba negativamente sus flujos de caja, ya que Sansbury´s paga a sus proveedores cada 60 días y ellos tienen que pagar a los suyos cada 30 días.
El problema se solucionó, según lo refirió The Economist, con los servicios financieros que proporciona el Royal Bank of Scotland (RBS), institución que toma las facturas de una plataforma electrónica operada por PrimeRevenue, una compañía estadounidense, y le paga a tiempo a los proveedores, a quienes les cobra una comisión. Los dueños de Kiddyum afirman que la comisión pagada es menor al costo que les representaría contratar un crédito. Una vez que las facturas vencen, Sansbury´s le paga al RBS. Este sistema de financiamiento constituye una verdadera disrupción de la tecnología en las operaciones de factoraje.
Naveed Sultan, quien encabeza la división de finanzas comerciales de Citigroup, afirma que el financiamiento de la cadena de suministro es el nicho de mercado que más crece en su división; sin embargo, la demanda insatisfecha es enorme.
Un estudio de Mercedes Delgado del Massachusetts Institute of Tecnology (MIT) y Karen Mills de Harvard University, encontró que los programas financieros de los bancos se enfocan a grandes corporaciones y a la primera línea del suministro de proveedores, dejando a la mayoría de la cadena sin apoyo. Entre los principales obstáculos para financiar a un segmento más grande de la cadena, están el reconocer exactamente quién es el cliente y la normatividad antilavado de dinero.
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Anand Pande, líder del financiamiento a la cadena de suministro en iGTB, empresa que suministra tecnología a bancos, menciona que el financiamiento a la cadena de proveedores “es tierra de promesas incumplidas”. Esto es verdadero tanto para los bancos como para deudores. Eric Li de Coalition, una empresa de investigación informa que a nivel global, el año pasado, los ingresos de los grandes bancos provenientes de programas generados por grandes compradores fue de 2.9 billones de dólares, 28% más que en 2010.
Si se incluyese el apoyo a proveedores, el crecimiento hubiese sido de 18%, lejos de los préstamos de grandes volúmenes. Los márgenes en la cadena de suministro se han estrechado, el mercado está segmentado. Después de la crisis financiera de 2008 muchos bancos cortaron sus operaciones de financiamiento internacional.
Conectar es todo
Las empresas tecnológicas han enfrentado una fuerte competencia; en los años recientes han hecho esfuerzos importantes por incorporarse al mercado de fondeo de las cadenas de suministro. En efecto, los prestamistas online han tenido menos éxito que las plataformas electrónicas de financiamiento (Fintech) que conectan el triángulo de compradores y proveedores, con agentes económicos superavitarios de recursos financieros. Por ejemplo, PrimeRevenue conecta 70 prestamistas-incluyendo 50 bancos pequeños- con 25,000 proveedores, lo que implica operar 7,000 millones de dólares en facturas al mes.
Otro ejemplo es Innervation Finance, con base en Nueva York, que administra programas con empresas compradoras, ofreciendo financiamiento a proveedores de diverso perfil (minorías étnicas, mujeres, veteranos de guerra, discapacitados y miembros de la comunidad LGBT), que les venden a bancos, empresas manufactureras y al sector farmacéutico. En palabras de Marck Ferguson, CEO de la empresa, “el costo del capital sería dos o tres veces mayor para estos proveedores que para otros negocios pequeños”.
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Sin embargo, los bancos no han sido derrocados por los nuevos jugadores tecnológicos; la simbiosis es la regla. HSBC y Santander se aliaron con Tradeshift, una red de adquisiciones que vincula facturas y su financiamiento para 1.5 millones de compradores y proveedores en todo el mundo.
Dada la experiencia internacional descrita, es muy importante que en nuestro país se desarrollen plataformas tecnológicas (Fintech), que conecten en forma eficiente los eslabones de la cadena de suministro, y así disminuya la mortandad de Pymes, al apoyarlas en su capacidad de crear valor. En la medida en que esto suceda, se incrementará el bienestar de la población a través de la generación de más empleos y mejor remunerados.
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