OPINIÓN: Emprendimiento y legalidad, camino seguro para mejorar la movilidad
Nota del editor: Fernando Páez es director de operaciones WRI México. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(Expansión) - Han pasado 12 años desde que la Ciudad de México implementó un cambio que innovó en cuanto a soluciones de movilidad en todo el País: El Metrobús. A ese parteaguas se sumaron la Estrategia de Movilidad en Bicicleta, la regeneración de espacios públicos y una nueva forma de valorar el impacto de los automóviles en la salud de los ciudadanos.
En aquel entonces, cada una de estas estrategias de política pública iba tomando fuerza en otros gobiernos en Latinoamérica, y la Ciudad de México decidió no quedarse atrás.
Sin embargo, en los últimos 5 años un nuevo actor ha incursionado para hacer crecer la canasta de opciones de movilidad en las ciudades mexicanas: El sector privado, que frecuentemente innova con tecnología, un sector al que se le facilita encontrar soluciones fuera del campo tradicional del que el gobierno tiene capacidad de ofrecer.
Así, hemos visto surgir servicios de transporte privados mediante aplicaciones móviles , para viajes individuales, colectivos y hasta de carga. Bicicletas públicas sin anclaje , monopatines, aplicaciones de gestión del tráfico , y de denuncia ciudadana para identificar deficiencias en los sistemas de la ciudad, entre otros. Todas estas soluciones han surgido a una velocidad más rápida que la capacidad de regulación de los gobiernos, que se ven constantemente obligados a cambiar de paradigma y a pensar en soluciones conjuntas cuyo objetivo sea mejorar la movilidad en la ciudad bajo un Estado de Derecho que fomente la innovación, pero que cuide las garantías individuales de las personas.
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Doce años han pasado y las alternativas de movilidad individual siguen multiplicándose. Sin embargo, estamos aún lejos de solucionar la crisis de movilidad en la que vivimos las personas que nos movemos colectivamente.
Los vehículos particulares mueven solamente al 13% de los ciudadanos, mientras la mayor parte de la población se transporta en servicios públicos colectivos, el 55% en microbuses, y la principal incidencia delictiva se encuentra en el transporte público, donde últimamente se han visualizado reiterados crímenes violentos contra las mujeres.
Para la población en general los servicios de transporte público colectivo no masivo como los microbuses tienen el 81% de desaprobación por la experiencia general del viaje, mientras que los servicios formalizados como el Metrobús tienen un 70% de aprobación.
La inseguridad expulsa a las personas de los servicios públicos; optan por eliminar todo tipo de actividades cotidianas, lo que coarta su acceso al empleo, la salud y la educación. En los casos en los que los ingresos familiares lo permiten, el peligro fomenta que para su modo de viaje recurran a medios privados, incrementando en algunos casos su tiempo de viaje y sus gastos con tal de obtener algo de seguridad.
Cada año el 39% de las personas decide no viajar en taxi, el 37.5% decide no salir a caminar, y el 25.6% decide no usar los servicios públicos.
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Existen cientos de ideas diferentes que cada día surgen de la iniciativa privada, para ofrecer soluciones a la ciudad. Es importante probarlas, evaluarlas, mejorarlas, apoyarlas, vincularlas con la política pública, ayudarlas a navegar el sistema institucional y normativo de las ciudades, y fortalecer su crecimiento empresarial, organizacional, técnico y financiero.
Propulcity , un proyecto del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), se suma a la apuesta por la innovación y los datos abiertos en la Ciudad de México, con el objetivo de que proyectos valiosos logren beneficiar a los ciudadanos mejorando la movilidad en todo México. Impulsa la generación de soluciones en movilidad que atiendan las siguientes prioridades:
1. Aumentar la seguridad y la percepción de seguridad en el espacio y el transporte público.
2. Mejorar la calidad de la experiencia de viaje de las personas en el transporte público colectivo.
3. Reducir el número de personas que viajan solas en automóvil privado.
La solución para la movilidad en la Ciudad de México debe venir de una canasta de soluciones que atienda a diferentes sectores de la población, que facilite los traslados y los tiempos entre medios de transporte, que ofrezca alternativas que fortalezcan la consolidación de un sistema integrado de transporte, pero que sobretodo ofrezca seguridad a las personas.
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