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Basta de satanizar a la riqueza y a los empresarios

El crecimiento económico de largo plazo está en función de la capacidad que tenga una economía para fomentar la expansión de nuevas empresas que generen más empleos, dice Jorge Sánchez Tello.
mié 12 junio 2019 10:40 AM

(Expansión) - México enfrenta este 2019 un freno a la economía, así lo indican los datos , y si bien nos va a lo mucho creceremos alrededor de 1%, panorama frente al que es importante tratar de comprender que una economía además de tener un gobierno que sea eficiente y que tenga finanzas públicas sanas, necesita tener cada vez más empresas.

La empresa privada moderna ha tenido un gran impacto en la sociedad. En general, ha proporcionado a las personas una mejor distribución de bienes y servicios. Ha llevado el conocimiento de nuevos productos capaces de satisfacer sus necesidades generales, y además, el aumento en la productividad y la producción en masa le han permitido la reducción de precios y que cada vez más personas pueden tener acceso a más servicios y productos. Es decir, la empresa es el motor de la economía.

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Uno de los caminos más importantes para estudiar el crecimiento de una economía es analizar las fuentes de productividad de las empresas. La búsqueda de mayores beneficios alienta a los empresarios a buscar disminuciones de costos a través de mejoras de productividad. La suma de estos esfuerzos en un marco macroeconómico de reglas claras y estables conduce, en general, a un sendero de crecimiento del PIB.

El crecimiento económico de largo plazo está en función de la capacidad que tenga una economía para fomentar la expansión de nuevas empresas que generen más empleos. En este marco, el mercado financiero tiene una función importante: Canalizar los ahorros hacia la inversión productiva a partir de un conjunto de acciones que incluyen procesos de valoración de demanda, asignación de fondos, diversificación de riesgo y supervisión del uso de recursos asignados. Por eso es importante tener un sistema financiero fuerte y desarrollado.

Una mayor competitividad del sistema financiero de un país implica, de este modo, una contribución a su crecimiento económico a través de un sistema que opere con menores costos, de forma de ampliar el alcance de las financiaciones a un mayor número de empresas y familias.

En México y América Latina se tiene una cultura que sataniza la generación de riqueza y a los empresarios. Por eso es importante destacar a los empresarios que realmente tienen un impacto positivo en las sociedades a través de la generación de empleos y cuando fomentan la educación.

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En la actualidad, México ofrece a la industria mundial ventajas competitivas muy importantes, tales como bajos costos de fabricación, transporte y distribución eficiente como resultado de su ubicación estratégica, así como excelentes condiciones para elevar la calidad de la producción.

Dentro de las dimensiones que abarca el proceso de globalización, la participación de las empresas multinacionales en la competencia de los mercados internacionales, genera un proceso dinámico y movilizador que impulsa el desarrollo económico de empresas y países.

La unificación de la cultura laboral es un obstáculo en la fusión de empresas

En México hay un aproximado de 3.6 millones de empresas, y se dividen en micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. Todas ellas generan 96% del PIB por lo que podemos concluir que la creación de riqueza es tan importante como la creación del empleo, así que la economía tiene que hacer esfuerzos por crear más empresas.

Sin embargo, ¿Qué tipos de empresas se necesitan para que México deje de ser un país manufacturero y de comercio informal? Se necesita que México se incorpore a la economía del conocimiento, la del desarrollo de ideas, la que genere patentes. Es decir, se necesita una economía que genere más que armar los productos que se diseñan en los países industrializados.

Es importante que México y América Latina dejen de ver como villanos a las empresas porque al final son las que generan la riqueza y crean las fuentes de empleo que se necesitan para que la población pueda ir mejorando en bienestar. La empresa, el eje del paradigma económico del siglo XXI.

Nota del editor: Jorge Sánchez Tello es director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (FUNDEF). Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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