(Expansión) – Si alguna vez han tenido la oportunidad de diseñar y mandar a hacer una prenda a la medida, sabrán que esos diseños exclusivos no son replicables de manera exacta y al tratar de hacerlo según el patrón, corremos el riesgo de que a nosotros no nos quede igual al vestir o que nuestro cuerpo no luzca en esas vestiduras, aunque sea la mejor invención de un creativo y experto diseñador.
Eso mismo sucede con los “programas de trabajo flexible” que están en boga y que responden además a las demandas de buenas prácticas para la atracción y retención de talento, para una propuesta de valor al empleado robusta y flexible y/o para mejorar la experiencia de los empleados.