Los abogados que intervienen en defensa de los niños migrantes centroamericanos tienen que probar que en su país sufrían peligro de muerte a manos de las bandas de pandilleros o por hambruna. También deben demostrar la existencia del “guardián” y su capacidad moral y económica.
El riesgo para los niños y sus parientes, es que los "guardianes” usualmente son personas indocumentadas, que podrían a su vez ser deportadas porque su estatus en el país es de ilegales.
La mayoría de los juicios no logran su cometido y los niños (y en ocasiones los familiares) son deportados. La ironía es que los niños centroamericanos sufren mil problemas (robos, violaciones, viajar en “la Bestia”, agresiones de mafias de traficantes de niños y carteles delictivos) en el trayecto de su país a Estados Unidos, para llegar, entregarse, someterse a un juicio y finalmente ser regresados.
Al conocer las penalidades de los niños migrantes, yo acepto su ingreso, estancia y movimiento a través de México. Pero me pregunto ¿Qué debemos hacer nosotros los mexicanos? ¿Obstaculizar su ingreso y trayecto? ¿Permanecer al margen del problema? ¿Apoyarlos de alguna manera?
¿Qué conoces tú de las penalidades de los niños migrantes? ¿Cuál es tu posición al respecto?
Nota del editor: Miguel Ramírez Barber es socio director de ProfitConsulting , síguelo en su cuenta @mrbprofit