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La cultura primero, la oficina bonita después

Hay una razón por la que no bastan los lugares de trabajo modernos para que los equipos estén integrados y den mejores resultados, dice Álvaro Alejandro García Parga.
vie 07 febrero 2020 09:39 AM
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No tener la cultura laboral correcta aun teniendo el espacio de trabajo ideal creará solo buenos espacios, pero no buenos equipos ni buenos resultados, dice Álvaro Alejandro García.

(Expansión) - Contar con un lugar de trabajo adecuado es fundamental para obtener un buen rendimiento, así como para crear condiciones para el bienestar y fomento de la productividad. La iluminación, ventilación, el mobiliario y la temperatura están entre los aspectos básicos que bien aplicados crean ambientes de trabajo no solo propicios para el desempeño idóneo de las tareas, sino que lo hacen saludable y positivo para el colaborador.

Los departamentos de Recursos Humanos hemos visto cómo en fecha reciente ha crecido el número de organizaciones que están optando por modernizar sus espacios de trabajo, y muchas de éstas empresas están poniendo especial interés en crear ambientes colaborativos, tendencia que las está llevando a rediseñar sus oficinas e incorporar espacios cada vez más novedosos.

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Muchas organizaciones están optando por oficinas abiertas, otras están buscando mobiliario moderno y otras tantas están creando espacios dignos de portada de revista.

Pero en vista de esta tendencia, es pertinente preguntarnos si al contar con lugares de trabajo modernos se detona en automático el trabajo colaborativo creando condiciones para mejores resultados, una mejor integración del equipo, un mejor rendimiento, y una mayor productividad así como mejores niveles de bienestar en los colaboradores: La respuesta es NO.

El factor principal en todas las organizaciones para generar equipos de trabajo colaborativo y condiciones de trabajo que fomenten mejores resultados y rendimiento es la cultura

Entendemos la cultura como aquellas creencias, valores, rituales y comportamientos que existen en la empresa independientemente de los espacios físicos de trabajo con los que cuente. Contar con espacios de trabajo modernos sin duda tendrá un efecto exponencial siempre y cuando exista la cultura adecuada. No tener la cultura correcta aun teniendo el espacio de trabajo ideal creará solo buenos espacios, pero no buenos equipos ni buenos resultados.

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Muchas veces hemos escuchado la famosa frase atribuida a Peter Drucker que dice “la Cultura se come a la estrategia en el desayuno”. Puedes tenerlo todo, un plan de trabajo, una visión estratégica del negocio, pero sin una cultura consolidada en tu organización la posibilidad de fracaso es alta pues esa ausencia, o cultura no consolidada, no solo crea un vacío, sino que puede generar incluso ambientes de trabajo tóxicos sin importar los muebles ni el lugar: La cultura primero; la infraestructura después.

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Nuestro rol, ya sea como líderes en la empresa o como responsables del área de recursos humanos, no es diseñar oficinas ni escoger mobiliario sino construir entornos de trabajo basados en la relaciones, e interacciones entre las personas que promuevan el respeto y fomenten el sentido de pertenencia. Nuestro rol es asegurar experiencias positivas en el trabajo y trabajar incansablemente en resaltar y celebrar los valores de la empresa.

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Las organizaciones exitosas con ambientes de trabajo que destacan son aquellas que incorporan en su misión, visión y valores elementos en los cuales las personas sean siempre el centro de las decisiones y luego crean rituales organizacionales que celebren, resalten y promuevan esos valores.

Trabajar en consolidar los aspectos anteriores contribuirá en la consolidación de tu cultura organizacional; contar luego con espacios de trabajo donde se viva esa cultura y se pongan en práctica los valores de la empresa tendrá un efecto exponencial en tus colaboradores y en los resultados de tu organización.

Nota del editor: Álvaro A. García Parga es especialista en Desarrollo de Talento y Cultura Organizacional. Tiene una licenciatura en Comunicación y Desarrollo Organizacional por la UANL y una maestría en Derecho Laboral por la Universidad Regiomontana. Síguelo en Instagram, en LinkedIn y en Twitter . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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