“Es un tema que prevalece, en parte por las condiciones económicas, porque las organizaciones requieren mayor especialización y digitalización, por la oferta y demanda de empleos y salarios, por la pertinencia de algunas carreras hacia el sector empresarial y productivo. Ya estamos trabajando para revertir esta situación, pero todavía nos falta mucho”, menciona Arturo Mares, director general del Instituto Tecnológico de México, campus Tláhuac II.
Nuevas soluciones para el futuro del trabajo
Unión entre el gobierno, la academia y las empresas
Tomás Rosales Mendieta, profesor titular de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, dice que es necesaria una mayor cercanía entre las escuelas, el gobierno y las empresas, lo que permitiría una mejor formación académica, no solo de los jóvenes sino de los mismos docentes.
Educación en el empleo
Anthony Mann recomienda implementar programas de educación vocacional escolar o laboral, donde la relación entre la inversión educativa y el resultado ocupacional sea clara. "Se necesita una fuerte orientación profesional, en la que los jóvenes obtengan más y mejor información sobre las oportunidades del mercado laboral y cómo pueden prepararse para ellas. La orientación profesional efectiva se enriquece con la participación regular del empleador”, dice.
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Planes de estudio actualizados
En opinión de Juan Manuel Ramírez Belloso, director de Formación Empresarial de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), hoy se tiene que enseñar con base en el mercado laboral. La academia debe saber con qué perfil y competencias egresan sus estudiantes. Y las empresas deben innovar en temas de home office y otros mecanismos que les permitan acercarse y retener a los jóvenes.
Nuevas competencias y habilidades
Hay que "sembrar" en los universitarios una mentalidad de emprendedor, coinciden los entrevistados. Que aprendan sobre negocios, proyectos de inversión, competencias blandas, trabajo en equipo, solución de problemas, manejo de conflictos, e inteligencia socioemocional. “Las pequeñas empresas sostienen al país, y el mismo emprendimiento puede llevar a los jóvenes a operar de manera formal”, dice Mares.
Reducir la brecha de género
Las ideas de los jóvenes sobre el trabajo, y sobre lo que podría ser adecuado para ellos, está influenciado, incluso distorsionado, por el pensamiento de género. Esto, por lo regular, lleva a que las mujeres estén más empleadas en puestos con un sueldo menor en comparación con los hombres. “A menudo los estereotipos de género impiden considerar la amplitud del mercado laboral. Por eso, las escuelas pueden responder reconociendo el fenómeno y brindando a los jóvenes la oportunidad de hablar con mujeres y hombres que trabajan en sectores no tradicionales, para explorar la realidad de las condiciones de trabajo” concluye el analista de la OCDE.