Y, en efecto, la incertidumbre ya está cobrando facturas. Las grandes industrias de la región están paradas, muchas pymes viven sus últimos días. Además, el reporte más reciente que obtuvo el G17 sobre los alcances de la ayuda económica que han otorgado decía que habían podido alcanzar solamente a 5,800 familias. “Todas ellas rayando en la desesperación”, dice uno de los miembros de este grupo. Con ello, el desbordamiento de la paz social es un escenario indeseable pero probable.
Otra historia se teje con el resto de los empresarios del estado, que ya no tienen la liquidez para sostener sus negocios; las empresas de logística, salud y desarrollo industrial, han aumentado sus ventas en estos funestos días pero, por ejemplo, las pequeñas y medianas empresas se encuentran en la absoluta vulnerabilidad.
Bajo este contexto, las preguntas resultan obligadas: ¿De qué han servido las reuniones del G10 con AMLO? ¿Qué papel juega Alfonso Romo? ¿Dónde demonios está el gobernador? ¿Y el final feliz de esta historia?
Sí, han tenido lugar varias reuniones con el presidente. Le han pedido simplificar el pago de impuestos y, claro, su devolución. La sincronización, ya, de cadenas productivas con Estados Unidos. El urgente rescate de las pymes. “Pero él tiene su propia óptica”, dice un empresario. “Nos dice que quiere tener más evidencia, que su modelo va a resultar y, si no, tal vez corrija”.
(Anécdota: en la última reunión en Palacio Nacional, el G10 decidió publicar un documento con sus demandas porque no quería dar lugar a malas interpretaciones y ser cuestionado, como ocurrió con los empresarios de la Ciudad de México, que también se habían reunido esos mismos días con AMLO)
Slim, Larrea y Bailléres apoyan al gobierno ante el impacto del #CoViD19: AMLO | #EnSegundos
En todos los encuentros ha estado el Jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, quien genera filias y fobias entre sus paisanos. En esta coyuntura, la relación es constructiva, pero consideran que ya es tradición generar expectativas y nada más.