Impresión 3D vs Coronavirus, así combate la industria italiana al coronavirus
A propósito de la próxima reforma al marco normativo que regula el fomento a las actividades de ciencia, tecnología e innovación del país, vale la pena hacer una reflexión sobre la desigualdad existente entre las distintas regiones de nuestro país en esta materia, lo cual se ha traducido en una desarticulación de cadenas productivas, cuya consecuencia ha sido que el promedio de contenido nacional de las exportaciones sea solo del 39%.
La investigación, creación y apropiación del conocimiento y su transformación en nuevas tecnologías son parte de la riqueza de las naciones más desarrolladas y explican su crecimiento económico. Por lo tanto, cuando se considera la relación entre el sistema de patentes y la innovación, hay que tener en cuenta no sólo de los incentivos a los inventores, sino también la oferta de financiamiento que cubra las distintas etapas de validación tecnológica y comercial, especialmente en lo que respecta a los emprendimientos caracterizados por procesos de maduración extendidos y demandantes de importantes inversiones de recursos.
OPINIÓN: Inversiones para salvar vidas
Acortar los tiempos para la innovación y la adopción de tecnologías, sin comprometer la calidad de las soluciones, es clave para una respuesta positiva, algunas tareas pendientes para este logro son:
- Vincular las agendas de investigación con los problemas de la sociedad y el sector productivo;
- Apoyar la maduración de las plataformas de transferencia especializadas en el desarrollo de empresas de base tecnológica;
- Fomentar el uso del conocimiento en las regiones para desarrollar proyectos productivos de innovación de alto impacto en cadenas productivas estratégicas;
- Identificar sectores estratégicos en las cadenas productivas y en las áreas de ciencia y tecnología;
- Promover el intercambio de experiencias de vinculación entre el sector académico y el sector productivo, especialmente en los sectores estratégicos con mayor dinamismo y requerimientos de crecimiento; y
- Promover un intercambio académico de estudiantes y docentes basado en las necesidades de la industria en las dinámicas productivas y en la aparición de nuevas tecnologías, así como en su inserción en la planta productiva.
Una política de Estado en materia de ciencia y tecnología requiere una visión integral que contribuya de manera esencial y eficaz a la solución de los problemas nacionales en todos los ámbitos relevantes: cultural, educativo, social, ambiental y económico.
Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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