Para tener una idea del impacto de la crisis actual podemos recurrir al antecedente más cercano, entre los años 2008 y 2010. En ese período se observaron desde fuertes caídas en tráfico de pasajeros hasta quiebras de aerolíneas. Ahora, la magnitud y duración del problema es distinta, aunque las consecuencias podrían ser similares.
En cuanto a la duración, la recuperación del sector puede tomar años. En 2007 las aerolíneas mexicanas transportaron poco más de 27 millones de pasajeros en el mercado local, después vino la crisis económica iniciada en 2008, el brote de influenza en 2009 y la salida de algunas aerolíneas del mercado (destacando el caso de la aerolínea conocida como Mexicana). Luego de esto, el sector tardó casi 5 años para recuperar el nivel de tráfico de pasajeros observado en 2007.
Respecto a la magnitud de la caída, durante 2009 el peor mes fue mayo, con una disminución de 36% en tráfico de pasajeros, cifra que se queda corta comparada con las caídas de más de 90% observadas en abril y mayo de 2020. Hacia adelante no se vislumbra una recuperación rápida, las aerolíneas están viendo menores ingresos al tiempo que deben cubrir gastos fijos, como mantenimiento o arrendamientos, situación que las lleva a consumir mucho efectivo.
Sin duda la situación actual es muy complicada, aunque se sabe que el negocio de las aerolíneas ya es de por sí complejo. Se atribuye a Richard Branson, accionista de Virgin, la frase de que la mejor forma de ser millonario es empezar siendo billonario y luego invertir en una aerolínea. Aunque claramente existen modelos de negocio exitosos, lo anterior expresa cómo el sector siempre ha tenido que lidiar con situaciones complejas, aunque en circunstancias como la actual se ve complicada una salida sin el apoyo de los gobiernos.
Una intervención gubernamental se justificaría por la importancia del sector de transporte en la economía, por la riqueza y empleo que se generan dentro del mismo, y además porque contribuye a que las otras actividades se realicen con fluidez. De ahí que en distintos países se están tomando medidas para evitar quiebras. Me gustaría enfatizar que es mejor tomar medidas preventivas que lidiar con una empresa quebrada. El caso de Mexicana nos aporta un buen antecedente al respecto.