Por su parte, las actividades de logística y paquetería han cobrado fuerza y es común ver cómo las empresas han comenzado a adoptar estas soluciones como alternativas. Esto se puede observar en el crecimiento de las operaciones de entrega de alimentos a domicilio, de compras en línea que llegan a la puerta de los hogares o incluso el incremento de la paquetería tradicional y de plataformas digitales.
Esta es una importante revelación para iniciar el debate de la movilidad sustentable para las sociedades del futuro, pues si bien por mucho tiempo se ha considerado el desarrollo de los automóviles eléctricos como respuesta a los problemas de la contaminación asociada a la movilidad terrestre, no representa la solución sustentable de largo plazo que requieren los grandes centros urbanos.
Los autos eléctricos utilizan el mismo paradigma de la supremacía de la movilidad individual para proponer una solución limitada, aun si no se consideran las fuentes primarias de generación de energía eléctrica, lo que tiene el mismo efecto en las congestiones e inversión de tiempo necesario para lograr el traslado generando en consecuencia un incremento lineal en la cantidad de autos necesarios para mover a una población creciente en el mundo.
Debido a esto, las propuestas de una movilidad sustentable realmente no descansan en el automóvil eléctrico, al menos no en su tradicional forma de movilizar de 1 a 8 personas por unidad en circulación. En cambio, las propuestas de movilidad sustentable tienen cuatro pilares: 1) movilidad eléctrica masiva; 2) movilidad alternativa; 3) movilidad inteligente; y 4) eficiencia de los traslados.
Respecto al primer punto, si bien la movilidad eléctrica renovable en forma individual no es la solución de largo plazo, la movilidad eléctrica renovable masiva sí constituye un cambio de paradigma que reduce la presión de las vías de comunicación, requiere menos energía por persona movilizada y podría representar menores costos para las personas.
En cuanto a la movilidad alternativa, esto implica fomentar el desplazamiento en caminata, bicicleta e, incluso, patines, patinetas, bicicletas y otros instrumentos de movilidad eléctricos que no requieren gran cantidad de espacio comparados con los automóviles y, para ello, es importante invertir en el desarrollo de infraestructura peatonales o carriles exclusivos para bicicletas u otros medios alternativos.