Cómo impulsar la inclusión en las empresas tras la pandemia | #CómoReactivarMéxico
En el caso de nuestra región debemos aprovechar el nuevo T-MEC para no hacer lo mismo como en el TLCAN, en el que México asumió su aportación como armador de marcas, sino aportar avances tecnológicos en la industria de la energía. Esto no se logrará si continuamos pensando en que las empresas del estado son las responsables de poder cubrir toda la demanda energética; iríamos al fracaso en menos de una década.
Esto puede ser observado de enero a mayo del 2020 con datos de la SHCP que indican que gastamos 8% más respecto a los ingresos. Comparando los ingresos del 2019 en el mismo periodo, hay una diferencia de -0.2%, es decir, hay dinero en la parte publica, pero no está siendo utilizada en el desarrollo económico.
La reforma energética ha permitido poder tener un mercado abierto que inició hace cuatro años, el cual debemos proteger para que entren inversiones ante la contracción económica de inversión por parte de las empresas productivas que están dejando de pagar algunas empresas dentro de la cadena de proveduría, y no pretender en tirar a la borda lo que costó días, hojas, discusiones, desvelos y desacuerdos para que en el ultimo momento paremos y nos atrasemos ante una nueva realidad en el cambio de la forma de hacer negocios en el mundo.
OPINIÓN: La propiedad intelectual y el T-MEC
Hoy tenemos empresas en México con experiencias en mercados abiertos en energía y con experiencia de contratos que pueden ayudar a aminorar los tiempos de discusión, reacomodo y entendimiento de cada parte de la cadena; aprovechemos a un Valero, Chevron, BP, Shell, General Electric, Emerson, ATCO y otras más que tienen la experiencia en momentos de crisis, cómo aportaron ideas y recursos en los mercados donde han estado.
Los próximos dos a tres años México dependerá de una regionalización y será el nuevo inicio de partida que tendremos, una única segunda oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos que dejaremos de ser un país en vías de desarrollo o emergente y que no debemos desaprovechar ante el reinicio del reloj económico mundial de la forma de comercializar lo que podemos ofrecer al mundo, una vez comprendido nuestro mercado interno energético abierto.
Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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