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Oportunidades y retos con la entrada en vigor del T-MEC

Uno de los cambios que veremos como consecuencia del COVID-19 es una menor globalización y surgirá una mayor regionalización, apunta Mauricio Hubard.
vie 26 junio 2020 08:00 AM

(Expansión) – “Desde la perspectiva de México debemos ver hacia el futuro para asegurarnos que este acuerdo funcione en los siguientes aspectos: fortalecer la competitividad, avanzar a un más comercio integrado y tomar ventaja de la economía del siglo XXI”: Ildefonso Guajardo .

El próximo 1 de julio entra en vigor el nuevo “Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá” (T-MEC), el cual sustituye al “Tratado de Libre Comercio de América del Norte” (TLCAN).

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Para los jóvenes es difícil comprender la importancia y el impacto del libre comercio en México, pero para quienes vivimos el proceso, podemos dar fe de los grandes cambios en nuestra economía.

Durante décadas, México vivió prácticamente cerrado a las importaciones del extranjero, no teníamos, por ejemplo, todos los restaurantes de comida rápida que hoy encontramos en todos lados, el ir al super en los 80 era encontrar opciones limitadas de productos, solo había en el mercado cinco marcas de automóviles (Ford, Chrysler, General Motors, Nissan y Volkswagen).

La inversión extranjera directa en México en 1988 fue de 2,675.6 millones de dólares, al cierre del 2019 llegó a 33,727.94 millones de dólares (precios constantes), a fines del año pasado, México se convirtió en el principal exportador a Estados Unidos a nivel mundial.

El TLCAN fue el primer tratado de libre comercio que firmo México, definitivamente el más importante y de mayor impacto, pero tenemos 17 tratados de libre comercio con las economías y regiones más importantes del mundo.

Fue el gobierno de Estados Unidos quien presionó la renegociación del tratado, es cierto que ya se veían algunos temas que habían quedado rezagados conforme el tiempo pasó, otros debían de actualizarse con base en las nuevas variables de la economía, como los derechos de propiedad, que tomaron una mayor relevancia con el avance de la tecnología.

Por parte de México, le tocó al gobierno del presidente Peña Nieto el iniciar las nuevas negociaciones con un equipo de primer nivel que encabezó Ildefonso Guajardo, que acompañaron en el llamado “cuarto de junto” los empresarios, cuando el presidente López Obrador ganó las elecciones en julio del 2018, ratificó el compromiso de continuar con los esfuerzos de las negociaciones a fin de poder cerrar el acuerdo. Al equipo negociador se integró, por parte del gobierno electo, Jesús Seade , quien por lo que ha trascendido, sumó de forma muy positiva a los esfuerzos y logro de la meta.

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¿Cómo pueden las empresas reactivar la economía mexicana? | #CómoReactivarMéxico

En materia laboral, en México tuvimos que hacer importantes reformas a la ley, en mi opinión esto representa una muy buena oportunidad para desarrollar una cultura sobre este tema, que se oriente a lograr una relación mucho más eficiente entre las empresas y los trabajadores, que se oriente a lograr una mayor productividad y rentabilidad, con sueldos y prestaciones que se beneficien de dicha rentabilidad.

Por décadas se han tenido sindicatos “blancos” en nuestro país que protegían a las empresas de los riesgos de emplazamiento a huelga, son pocos los sindicatos que realmente funcionan como se debe, pero los empresarios no debemos de ver a los sindicatos como el enemigo ni estos al empresario, ambos son parte fundamental de las empresas, lo que debemos hacer es entender las implicaciones de los cambios a la ley, actuar proactivamente entre las partes a fin de lograr esa colaboración eficiente.

Ante la guerra comercial de Estados Unidos con China, para México se presentan oportunidades importantes que debemos saber aprovechar, para lograr atraer inversiones de empresas que buscan mover sus plantas de producción del país asiático a otro lugar, nuestra ubicación y el tratado nos posiciona en un lugar privilegiado.

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La pandemia del COVID-19 mostró, a muchas empresas que tienen manufactura en China, el grado del impacto que ese país tiene en sus cadenas productivas. Ya varias de las empresas más importantes a nivel internacional han anunciado que realizarán cambios al nivel de dependencia que tienen ahora con China, entre ellas y por nombrar alguna se encuentra Apple.

Creo que uno de los cambios que veremos como consecuencia del COVID-19 es una menor globalización y surgirá una mayor regionalización; no estoy diciendo que la globalización va a terminar, solo que veremos un grado menor, por lo menos en el corto y mediano plazo. Esta es una ventaja adicional para México.

Sin embargo, a fin de poder aprovechar las oportunidades al nivel máximo que podemos lograr, hay un elemento básico que ha disminuido de forma importante: la confianza del inversionista.

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La pandemia acelera la revolución 4.0 en las empresas

Uno de los principales elementos para lograr recuperar la confianza de los inversionistas, de las empresas en México, es el estado de derecho.

El país no creció en el 2019, la pandemia ha causado a nivel internacional estragos económicos en todos los países; en México se habla de que el retroceso en el Producto Interno Bruto (PIB) puede llegar a ser de hasta el -12%.

La entrada en vigor del T-MEC puede ser un factor definitivo en el logro de que el impacto sea menor y en retomar el crecimiento económico, pero no es magia, no se va a dar en automático.

OPINIÓN: El T-MEC ayuda, pero la industria automotriz mexicana aún debe evolucionar

Es urgente el que los diferentes sectores, gobierno, empresarios y sindicatos, hagan una labor proactiva a fin de desarrollar las oportunidades que se nos presentan, necesitamos entender bien las posibilidades y retos que tenemos.

México tiene todo para ser una gran potencia mundial, tenemos que visualizarlo así, y transformar esta visión en acciones concretas para lograr nuestro potencial, depende de todos.

Nota del editor: Mauricio Hubard es Fundador y Presidente de Juntos Financiera , estudió Relaciones Industriales en la Universidad Anáhuac del Sur, graduado de la escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School), es miembro activo del Harvard Alumni Association, ha tomado diversos cursos en esta escuela relacionados con Microfinanzas, Gobierno Corporativo, entre otros; Desarrollo de Instituciones Financieras en el JFK School of Goverment de Harvard, también de Responsabilidad Social de las Empresas por la Universidad de Stanford y el ESADE de Barcelona. Escríbele a hubardm@gmail.com. Síguelo en su cuenta de Twitter . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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