Vaya que nos han lastimado la corrupción, inseguridad, industria de la droga, mala educación, pobreza y sistema legal que han arrastrado tanto a nuestra identidad entre los propios mexicanos, como nuestro posicionamiento a nivel mundial.
Por citar un ejemplo, de 75 marcas país evaluadas por el Country Brand Index , solo alcanzamos la posición 64, por debajo de Kenya, Vietnam, Guatemala y Algeria, cuyas ventajas competitivas –economía, visitantes por año, comercio y conectividad, por ejemplo– son menores en comparación. A nivel regional, nos encontramos en penúltimo lugar ¡No puede ser! ¿Quién es responsable de que seamos merecedores de esta pobre calificación?; ¿qué podemos hacer para mejorar nuestra posición?
En todo caso, no busco señalar culpables y responsables directos; poco aportaría. En cambio, en este corto artículo propongo una lista de 10 recomendaciones para mejorar este ranking y el de tantos otros índices que miden el posicionamiento de México.
Mi interés está en apalancar la llegada de (al menos) los mismos 40 millones de turistas extranjeros que nos visitaron en 2019 y, durante los siguientes dos años, atraer a los millones de empresarios, familias y profesionistas que están por decidir dónde echarán raíces post COVID.
Y, ¡sí!, soy un férreo convencido de que detrás de la migración ordenada y motivada se construyen naciones más fuertes, ricas, productivas, divertidas, innovadoras y justas. Vale la pena apuntar que, aunque somos una potencia turística, la más reciente edición del Good Country Index nos deja muy mal parados en cuanto a la recepción tanto de estudiantes como de inmigrantes. Así es que, ¡manos a la obra!
1. Construyamos una identidad impecable y hacia el futuro. El cimiento de cualquier plan de comunicación está en la creación de una identidad, traducida en una Guía de Marca. Antes de publicar la primera foto y producir el primer promocional, México se merece una narrativa que resalte sus diferenciadores más potentes y su visión a futuro; ésta se debe ver reflejada en la creación de una marca fresca, con una línea gráfica, tono editorial, concepto creativo, estándares de calidad, sistema de formatos, señalización, personalidad e inclusive aplicaciones de clase mundial.
Todo lo que toque nuestra marca. Este esfuerzo debe revisarse y actualizarse cada 3 a 4 años para mantener frescura y relevancia ante todas sus audiencias meta. Ejemplo: Sao Paulo. Normalmente esta actividad se terceriza con empresas probadas y exitosas a nivel global, aunque requieren de un esfuerzo concertado entre el sector público y privado nacional.
2. Produzcamos contenidos y noticias de impacto. Con una buena guía editorial, toca producir contenidos, eventos y noticias que sirvan para posicionar a nuestro país de forma efectiva. Se tiene que conformar un grupo de expertos que supervisen la línea editorial y administren el archivo de contenido; cada foto, video, publicación en redes sociales, texto y audio debe de cumplir con el mismo estándar de calidad y reforzar la narrativa acordada.
De una buena administración ordenada y central, nacerán enormes beneficios a futuro. De un sistema técnico y un soporte jurídico robusto, también se desprenden grandes ahorros y eficiencia para el uso de los contenidos. Aquí también toca subrayar la importancia de rescatar, aprovechar y potenciar todo nuestro arsenal: resaltar nuestro legado cultural, el éxito de mexicanos en el exterior, nuestra influencia en el mundo del cine, la gastronomía y las artes, entre otros.