En alguna ocasión el presidente de Venezuela expulsó del país a algunos corresponsales de prensa atribuyéndoles transmitir información que no reflejaba su realidad subjetiva. Situaciones similares han sucedido en varios países incluido México en donde este fenómeno se ha acentuado ante la situación económica, de inseguridad y, sobre todo, de salud que se ha vivido desde hace varios meses.
Por citar sólo un ejemplo: ante la realidad de la gestión de la pandemia es bien conocida la reacción por parte del presidente de la República en contra de los medios de comunicación, los “conservadores” o “un complot”, y la búsqueda de culpables en otras pandemias como la de obesidad que sigue pregonando el Subsecretario de Salud.
La tarea de los medios de comunicación es, precisamente, informar para dar a conocer a la sociedad aquella realidad de la que son testigos o que han encontrado a partir de una investigación periodística, de la manera más exacta y objetiva posible (siempre hay algo de subjetividad en el hombre) e incluyendo las evidencias, declaraciones o testimonios del mayor número de actores involucrados en esa realidad específica. Eso es lo que se conoce como “Realidad Mediática”.
Por otro lado también existe una “realidad percibida” que se construye a título personal a través de la propia experiencia y que no necesariamente coincide con la realidad mediática.
Por ejemplo: la realidad mediática de la gestión de la pandemia en México es la que las autoridades proyectan a través de los medios de comunicación, inclusive por las transmisiones de las conferencias de prensa matutina y vespertina. Esa realidad presenta un México con más de 70,000 muertes por coronavirus, que “ya domó la pandemia” y en el que factores como obesidad y diabetes inciden en el incremento de muertes por COVID-19.
Paralela a esa realidad está la realidad percibida en la que cada uno aprecia, por su propia experiencia, que hay más muertes de las oficiales, que el COVID-19 sigue contagiando y que la obesidad y la diabetes son pandemias que el gobierno no ha sabido enfrentar. Pero sobre ello, la realidad percibida es que el gobierno no sabe cómo salir de la crisis y por ello llega al grado de mentir o manipular la información.