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El lado B de las conquistas laborales

La indicación para 2021 hacia las áreas de Finanzas y Recursos Humanos de las empresas es: no gastar más de lo mínimo indispensable, considera Jonathán Torres.
lun 14 diciembre 2020 11:58 PM

(Expansión) – El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) es un caos. La avalancha de pleitos laborales es brutal y la intención de solucionarlos es mínima. La indemnización por un despido es un milagro en estos tiempos. En cambio, la violación a los derechos laborales es práctica cotidiana. La pandemia está provocando un profundo retraso en los juicios y, así, la buena voluntad para reparar los daños está ausente.

La animosidad que se manifiesta en el TFCA es parte de la agitación que hoy vive la política laboral en México, que en 2020 ha registrado una estela de iniciativas y decisiones que significan un punto de inflexión en la materia y marcarán el tono de la relación entre empresas y trabajadores para los próximos 10 años. Al menos.

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La memorabilia de los últimos 12 meses da cuenta de renegociaciones salariales para mantener la fuente de trabajo en pandemia, la lluvia de despidos por la crisis, la puesta en marcha del T-MEC y su capítulo laboral que promueve la libertad sindical y otras cosas, la fase de arranque de la reforma laboral promulgada en 2019, la cuenta regresiva para el fin del outsourcing ilegal, las normas del teletrabajo, el debate alrededor del aumento del reparto de utilidades, el incremento al salario mínimo.

El COVID-19 se ha llevado millones de empleos, pero también buena parte de las políticas públicas recién implementadas representan algo que vale la pena reconocer: el empoderamiento de los trabajadores. El gran dilema está en saber si existen las condiciones para que eso repercuta, ya, en beneficios tangibles para ellos. Y es posible que el retorno económico producto de las conquistas tenga que esperar.

La indicación para 2021 hacia las áreas de Finanzas y Recursos Humanos de las empresas es: no gastar más de lo mínimo indispensable. El replanteamiento de los esquemas de remuneración será un hecho. La misión, nada fácil, será encontrar la mejor estrategia para mantener la viabilidad del negocio, la productividad y el ánimo del equipo de trabajo, con el mismo presupuesto (o menos) de 2020. El cuidado riguroso del flujo de efectivo y la revisión de actuales costos también serán prioridad.

La actividad económica, con sus altas y bajas en 2021, obligará a las empresas a retomar la conversación con sus empleados de tal forma que la política de bonos será cancelada y las utilidades serán castigadas. La cruda realidad se impondrá bajo el siguiente argumento: si se exigen los beneficios, habrá que despedir gente para poder entregárselos a los empleados más productivos pues el dinero está escaso.

“2021 será un año laboral muy complejo, con una lluvia de controversias. La carga laboral será muy pesada”, asegura Diego González de la Fuente, miembro activo de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa. “Pero la organización que sobreviva a ello, estará muy sólida después de la pandemia”.

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Teorías de adaptación al cambio. Risk Management. Flexibilidad laboral que contemple el home office y hasta la renta de espacios de coworking por día. Una comunicación directa y franca con los equipos. Más creatividad. Una estrategia de reputación que le haga pensar al trabajador que está en la mejor empresa. Los estrategas deberán recurrir a todo lo que sea necesario para cuidar el dinero y mantener al empleado, de alguna forma, contento y motivado.

“La prioridad es sobrevivir pero para lograr eso necesitas a tu equipo de trabajo y mantener clara la cultura corporativa. Lo negativo y destructivo significaría aventarle más plomo al barco”, dice Elías Said, CEO de Grupo Lap. “La política publica es hoy muy paternalista. Debería velar por los intereses del trabajador pero también incluir los intereses de las compañías y generar un poco de balance”.

Los pleitos entre empleados contra las áreas de Finanzas y Recursos Humanos son un hecho.

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- Las elecciones intermedias tocan la puerta y en el círculo rojo hay quienes piensan que el gobierno podría hacer uso de apoyos sociales en beneficio de los desempleados. La política laboral, acusan, será una herramienta electorera.

- Es tiempo de desconectarse. Nos vemos en los primeros días de 2021. Por el bien de todos, quedémonos en casa y abracemos a la distancia a familiares y amigos. Feliz Navidad y buenas vibras para el año que está por comenzar.

Nota del editor: Jonathán Torres es periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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