De acuerdo con información del Centro de Competitividad de México, del Consejo Mexicano de Negocios, 69% de las pymes enfrentan problemas de liquidez debido a las dificultades económicas derivadas de la pandemia. Es en este punto donde muchas de estas compañías podrían empezar a buscar opciones de financiamiento que les permitan ganar liquidez para continuar con sus operaciones.
La oferta de estas opciones es amplia y, como he podido corroborar en mis años de experiencia, aquellas empresas que eligen de una manera analítica tomando en cuenta todos los factores, tanto internos como del entorno económico, son las que pueden sacar un mayor provecho de esta inyección adicional de capital. A continuación comparto algunas herramientas que pueden aportar ese tipo de financiamiento.
Tarjetas corporativas: Estas son soluciones de financiamiento a corto plazo. Dependiendo del emisor, es posible obtener periodos sin costo, de 20 a 60 días. Posteriormente las tasas de interés varían dependiendo de la institución otorgante y el tipo de tarjeta. Estas soluciones son recomendables para solventar pagos que se pueden liquidar en un periodo corto, tal vez, por ejemplo para administrar los gastos de personal de campo -de manera que se pueden liquidar a corte de mes- o para manejar el capital de trabajo con clientes cuyo periodo de pago no exceda los tiempos de corte de la tarjeta.
Algunas tarjetas ofrecen, además, la posibilidad de asociarse con herramientas adicionales de control digital de gastos que brindan mayor facilidad y protección para gestionar y conciliar las operaciones de los colaboradores. A través de ellas es posible, por ejemplo, establecer límites condicionantes de gastos por tipo de establecimiento, monto máximo, ubicación geográfica, etcétera.
Un valor agregado de las tarjetas corporativas son los beneficios adicionales a los que se puede tener acceso, tales como la acumulación de puntos, acceso a salones VIP en aeropuertos, asistencia personalizada, etcétera.
Créditos para pymes: Los créditos bancarios son uno de los recursos más utilizados por las compañías para adquirir liquidez. A diferencia de las tarjetas corporativas, las tasas de interés de estos créditos suelen ser más bajas (y pueden ser de tasa fija o variable) y los plazos de pago pueden ser más amplios, lo que brinda la facilidad de utilizar estos recursos y programar los pagos a mediano o largo plazo.
Aquellas inversiones que requieren un desembolso importante, pero que ayudarán a la compañía a optimizar a algún proceso, son el tipo de transacciones que se pueden solventar a través de un crédito, pues, en el mejor de los casos, esa inversión impactará en los ingresos de la compañía y ayudará a solventar el pago del mismo.
Herramientas alternativas de financiamiento: Los avances tecnológicos han fomentado el surgimiento de un gran número de opciones alternativas de financiamiento encabezadas por las Fintech. Si bien, la recomendación en este caso es investigar a fondo la solución que estés considerando para tu empresa, entender sus condiciones y los fundamentos bajo los cuales trabaja, muchas de ellas son opciones atractivas y viables para pequeñas empresas.