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Adiós Tigre Toño, hola branding nutricional

Las marcas se verán obligadas a reinventarse y crear elementos de diferenciación, lo que involucrará un gran reto para los creadores visuales, señala Carl Forssell.
jue 11 marzo 2021 12:00 AM

(Expansión) - Debido a los índices de obesidad en el mundo, la OMS, otras instituciones de varios países han buscado la manera de disminuir el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares. Una de las medidas más recientes ha causado furor, y, es que desde el año pasado las marcas de comida que incluían “embajadores de marca” en su imagen se vieron obligadas a cambiar y eliminarlas de su branding. Conocidos y queridos personajes como el Tigre Toño, el elefante Melvin y el Osito Bimbo ya están desapareciendo de los pasillos de los supermercados.

Estas nuevas leyes buscan reducir el consumo de alimentos nocivos para la salud, y permitir que las familias elijan sus compras según el valor nutricional y no por el llamado “pester power”, también conocido como “poder molesto”, el fenómeno en el cual los niños pequeños solicitan artículos específicos porque fueron sugestionados por un bombardeo de publicidad. Después de todo, según un estudio del Food Marketing Institute y Rodale, los niños influyen un 95% en las decisiones de los padres en cuanto a compras de comida para el hogar.

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¿Qué grandes retos representarán estos cambios para las marcas que se crearon y crecieron enalteciendo a un personaje con conviriténdolo en símbolo? La pérdida de estos embajadores de marca no es algo que pueda tomarse a la ligera. Según un informe de la Comisión Federal de Comercio de 2012, el uso de publicidad basada en dibujos animados representó casi el 50% del marketing de alimentos dirigido a niños (Fooddive, 2020), por lo que su prohibición podría significar grandes pérdidas en ventas.

Sin embargo, es quizás más importante para estas marcas el plantearse cómo conducir su branding de ahora en adelante, ya que sin estos personajes deberán redefinir su identidad corporativa y visual, además de lo que las diferencia con la competencia.

Las marcas se verán obligadas a reinventarse y crear elementos de diferenciación, lo que involucrará un gran reto para los creadores visuales. En el caso específico de las marcas de cereal, por ahora todas están usando el plato con producto como elemento visual principal.

Esto podría ser suficiente para el producto y marca, pero cabe preguntarse si está dentro del marco legal crear un storytelling alrededor de los personajes sin necesidad de mostrarlos. ¿Podría Choco Krispis mostrar una huella de elefante o Zucaritas mostrar rayas de tigre integradas en su diseño?

Una visión de branding puede adaptarse de manera creativa a la situación, sin embargo también plantea una interesante problemática sobre la extensión de las nuevas normas y sus ramificaciones en torno al diseño e identidad de marca.

Después de todo, no es imposible cambiar el branding de una marca sin que esta pierda su esencia, pero sí es muy difícil. No es poco común que las personas sientan incomodidad cuando una marca a la que son leales cambia su imagen, pues la nostalgia es un elemento destacado de la lealtad de los clientes.

Será muy interesante ver si los personajes eran el verdadero gancho en la compra del producto o si realmente la compra venía por la calidad y sabor de los alimentos. Está comprobado que los niños pequeños tienden a desarrollar relaciones afectivas hacia sus personajes favoritos, incluso “amistades infundadas y emocionalmente basadas en el atractivo de los personajes y los mensajes que transmiten” (Kraak & Story, 2014).

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Nuevo etiquetado Vs comida chatarra y obesidad | #QueAlguienMeExplique

La afinidad creada influye en su relación con el producto y su inclinación a consumirlo. Esto trasciende más allá de la infancia. A lo largo de los años los “embajadores” o símbolos se han encargado de proveer altos índices de lealtad de marca, por lo que muchos de nosotros seguimos consumiendo sus productos en la adultez.

Por el momento, marcas tan reconocidas como Kellogg's y Cheetos, han hecho poco a poco los cambios correspondientes en sus empaques. La ley dice que si son productos que rebasan los excesos de azúcares o grasas tendrán que retirar a los personajes, ¿esto motivará a las marcas a crear productos más saludables para así poder revivir sus personajes y usarlos en sus nuevos productos saludables?

Puede que las críticas a estas medidas tengan un punto al recalcar que el problema central es la comida chatarra y no el diseño de su envoltura. Bimbo, por ejemplo, se ha librado de los nuevos etiquetados de alimentos por contribuir con nuevas estrategias de salud y bienestar que han podido cumplir y demostrar ante las autoridades.

Queda un gran reto para los consultores en branding. La calidad de la comida tomará campo poco a poco en el branding de las marcas y sus estrategias publicitarias, sin embargo, es aún muy pronto para determinar si estos cambios lograrán una disminución significativa en el consumo de comida chatarra o solamente resultarán en una metamorfosis de la identidad visual de las marcas.

Nota del editor: Carl Forssell es diseñador gráfico, director creativo y empresario sueco-mexicano. Es profesor de diseño gráfico en la Universidad La Salle Cuernavaca. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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