La detallada organización en la administración, la optimización de procesos de facturación, así como el uso de herramientas de automatización financiera, como sistemas ERP (sistemas de planificación de recursos empresariales), hacen que la tarea de declarar impuestos sea más transparente y sencilla para los equipos de finanzas.
De acuerdo con información del Centro de Investigación y Estudios Presupuestarios (CIEP), en 2019, la recaudación tributaria de las pymes en México ascendió a 153.7 mil millones de pesos. El monto que cada pyme aporta a este total depende de las declaraciones presentadas en cada ejercicio fiscal, las cuales relacionan ingresos, egresos y gastos deducibles -relacionados con la actividad económica primaria de la empresa-.
Deducciones empresariales, ¿qué se puede deducir?
Hablar de pago de impuestos generalmente trae a la mente de las personas el tema de la deducción de gastos. Una deducción aplica siempre y cuando el bien o servicio a deducir esté relacionado directamente con la actividad económica primaria de la persona física o moral que presenta la declaración, y debe estar basada en el marco fiscal aplicable para evitar cualquier incumplimiento con las autoridades tributarias.
Una persona moral constituida puede además deducir gastos como donaciones, devoluciones recibidas, descuentos o bonificaciones otorgadas durante el año, intereses por capitales tomados a préstamo que hayan sido invertidos en la actividad de la empresa, créditos otorgados por la empresa que sean incobrables o con notoria imposibilidad práctica de cobro, cuotas a cargo de los patrones pagadas al Instituto Mexicano del Seguro Social, las aportaciones efectuadas para la creación o incremento de reservas para fondos de pensiones o jubilaciones del personal o inventarios obsoletos.
Actualización y nuevas regulaciones
Con la entrada en vigor del Nuevo Paquete Fiscal para 2021, las pequeñas y medianas empresas tienen que asegurarse de conocer y cumplir los nuevos requisitos para evitar la cancelación o restricción temporal de Certificados de Sello Digital (CSD) para la emisión de facturas. Es imperativo que las compañías conozcan las modificaciones que se han hecho al Código Fiscal de la Federación a fin de evitar caer en errores u omisiones que puedan derivar en la cancelación del CSD.
En términos prácticos, la cancelación o restricción temporal de CSD significa que una empresa no puede emitir facturas, lo que dificulta su operación. Si las autoridades emitieron una restricción temporal del CSD, la empresa contará con un plazo de 40 días para aclarar la situación y evitar una cancelación definitiva, que podría significar el cierre de la compañía.