A nivel global, según la consultora Research and Markets, 50% de los consumidores utilizan más los medios de pago digitales ahora, que en comparación previo a la pandemia. Si, bien, como mencioné antes, esto puede ser visto como un área de oportunidad, ha dejado en evidencia a aquellos que no han tenido la capacidad de adaptarse a los retos que se presentaron de improviso: desde un alto volumen de transacciones, hasta la necesidad de trasladar su operación al trabajo a distancia.
Los esquemas de pagos digitales negocio a negocio también se encuentran ante un panorama lleno de retos que pueden capitalizarse en oportunidades. Las herramientas de pago alojadas totalmente en el esquema digital, que permitan a las compañías conciliar gastos, gestionar proveedores y llevar un control más minucioso de las transacciones, al mismo tiempo que reducen el contacto, son las que hoy adquieren más valor para los equipos administrativos de empresas de todos tamaños.
Las compañías buscan cada vez más soluciones de pago que les permitan gestionar sus procesos de manera digital, de esta forma pueden prevenir fraudes y se optimizan recursos, tanto humanos como financieros, y afortunadamente para ellos la oferta es bastante amplia. Sin embargo, el boom de las Fintech ha fomentado también el surgimiento de soluciones que no están del todo reguladas.
Hacia un futuro
contactless
Desde el surgimiento de los medios de pago digitales uno de los retos más importantes, sobre todo en la región de América Latina, ha sido el de los niveles de bancarización de la población en general. Para los ecosistemas negocio a negocio, la implementación de pagos digitales ha sido más natural, pues debido a temas relacionados con legislaciones e impuestos, las compañías están acostumbradas a contar con pagos bancarizados.
Este contexto nos sirve para analizar la posibilidad de un futuro cercano de transacciones totalmente contactless. Aquí la línea de tiempo se podría definir con base en la ubicación geográfica, existen mercados como el de Estados Unidos, dónde la penetración de este método de pago es relativamente alta y dónde el 58% de quienes han utilizado el pago sin contacto volverían a utilizarlo después de la pandemia.