El enfoque de administración eficaz del capital de trabajo no es nuevo y debe ser indispensable en la gestión de cada compañía en cualquier momento que se encuentren. Y la crisis sanitaria de COVID-19 está resaltando su relevancia entre todo tipo y tamaño de negocios.
Como en muchos aspectos de la vida, los cambios deben empezar desde adentro. Por ejemplo, el área de re estructura financiera corporativa de Deloitte nos sugiere que los primeros ajustes que hagamos sean en el interior de nuestra empresa, es decir, que lejos de depender de terceros o de inyección de capital externa, observemos internamente cuáles de nuestros procesos necesitan mejorar. Entonces, ¿qué depende de nosotros?
- Automatizar la facturación. Regularmente en la facturación suelen haber grietas que retrasan los ingresos y los pagos a proveedores, ya sea por registros o anulaciones manuales que aún se hacen en algunas empresas.
Para evitarlas, los sistemas automatizados de pago pueden mantener ordenadas las entradas y salidas de efectivo, además de ahorrar tiempo y recursos, tanto a clientes como proveedores. Con un sistema de automatización en la facturación, no solo evitamos las fugas de efectivo sino también cualquier intento de fraude.
- Pago a proveedores en el momento adecuado. Sabemos que las áreas financieras se esfuerzan por pagar a tiempo a los proveedores, pero a menudo, me he encontrado con prácticas de pago que pueden afectar directamente en la liquidez del negocio.
Uno de esos escenarios es cuando los pagos se hacen antes de las fechas acordadas con el proveedor, lo que causa pérdida de intereses en cada transacción, esto sería como otorgar un préstamo sin intereses.
Pagar tarde es otro de los errores que más cometen las áreas de finanzas, que origina molestias y puede dañar la relación con los proveedores. Si un cliente tiene este tipo de problemas constantemente, puede verse obligado a imponer penalidades por pago tardío, a renegociar o terminar el acuerdo.