Durante periodos de contracción económica, comúnmente se pierden empleos, lo cual reduce el ingreso de las familias y compromete su estabilidad y calidad de vida. La crisis económica que inició el año pasado y todavía estamos atravesando, no ha sido la excepción.
El mercado laboral mexicano es complejo y tiene al menos dos caras, por lo que se deben evaluar varios elementos para poder entenderlo.
Por un lado, más de la mitad de las personas mayores de 15 años que trabajan tienen un empleo informal, son trabajadores cuyo empleador no les proporciona un empleo reconocido legalmente, ni acceso a las prestaciones sociales requeridas por la ley. Un ejemplo de trabajador informal puede ser un empleado doméstico no protegido, o un empleado de una empresa que no está registrada legalmente ante el SAT.
El resto de los trabajadores que conforman a la fuerza laboral del país tiene un empleo formal, que se refiere a aquellos trabajadores cuyo empleador les da acceso a recibir prestaciones y beneficios requeridos por ley y están afiliados a alguna institución (como el IMSS, ISSSTE -federal o estatal-, Sedena, Semar y en algunas ocasiones cuentan con un seguro de gastos médicos privados).
Un empleo formal brinda estabilidad económica porque, además de proveer un ingreso a los trabajadores, les otorga mayor certeza sobre la situación laboral, ya que cuentan con seguridad social y prestaciones de ley, como lo son un seguro de desempleo, una cuenta de ahorro para el retiro (Afore), atención médica asegurada, entre otras.
Dado que 8 de cada 10 puestos de trabajo formales están registrados ante el IMSS, el indicador se ha vuelto una herramienta útil para evaluar el desempeño de ese tipo de empleos en el país. Después de una caída muy fuerte entre marzo y julio de 2020 (cuando se perdieron más de 1 millón de puestos), el número de empleos se ha recuperado entre agosto 2020 y marzo 2021, aunque no en una magnitud necesaria para lograr una recuperación; de hecho, se ha recuperado un poco menos de la mitad de las plazas formales registradas ante el IMSS.
Este es uno de los verdaderos costos de la crisis económica, ya que significa que, a raíz de la pandemia, hay una pérdida de alrededor de medio millón de personas que ya no tienen acceso a un seguro de gastos médicos con el IMSS (en un momento de crisis sanitaria en el que esto se vuelve mucho más importante).