Ya estamos viendo los efectos de un clima cambiante y si no actuamos ahora para frenar drásticamente nuestras emisiones dañinas para el clima, las familias y las empresas en todo el país sentirán los impactos de manera cada vez más directa y severa.
Frente a las terribles advertencias de científicos y paneles internacionales, las grandes potencias no sólo no están logrando avances en la reducción de la contaminación por carbono, sino que también nos está llevando intencionalmente en la dirección equivocada, haciendo retroceder incluso las protecciones ambientales más modestas o el apoyo a la transición a energías limpias.
Todos fuimos testigos del trabajo inspirador de los jóvenes activistas que se están movilizando en todo el mundo para realizar una "huelga climática" y decir la verdad al poder en la ONU, donde se señaló directamente a los líderes mundiales por no hacer lo suficiente para detener las emisiones y responder a esta emergencia.
Nuestros candidatos deben dejar en claro que abordar esta amenaza existencial para el planeta y nuestras comunidades es una de sus principales prioridades, y deben tener planes claros y ambiciosos para lograr emisiones netas cero a más tardar en 2050.
Esta sombría situación también es la razón por la que es más importante que nunca para nosotros actuar de manera unida como nación para prepararnos para los impactos del cambio climático y reducir nuestras emisiones mientras aún hay tiempo.
Las ciudades y pueblos de todo el país han comenzado a buscar más soluciones de energía limpia, pero necesitamos una acción audaz en todos los niveles de poder si queremos evitar los resultados más catastróficos.
En el tema de nuestro recurso hídrico, todos los mexicanos deberíamos sentir la seguridad de recibir agua de calidad y la cual pueda cubrir todas nuestras necesidades. Desafortunadamente, nuestra agua en muchas zonas está amenazada por sustancias tóxicas.
Teniendo el río Santiago en Jalisco como ejemplo, también conocido como el Chernobyl mexicano, es el que más afecta a millones de usuarios alcanzado niveles de contaminación alarmantes. Una política pública más estricta podría ayudar a mejorar la calidad de vida de los habitantes que no deben correr riesgos.