2020 y 2016 han sido los años más cálidos de la historia reciente
México
Mientras economías como Brasil apelan a un financiamiento para reducir la deforestación y acelerar su cumplimiento de sus metas ambientales, México alardea de sus programas sociales. Las decisiones del gobierno de López Obrador de devolver el control y centralizar el poder en las empresas paraestatales fueron muy criticadas a nivel internacional.
El resto del mundo marcha hacia energías renovables, cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible e instrumentar los cambios tecnológicos necesarios para combatir el cambio climático. México recientemente aprobó iniciativas que inhiben la inversión privada, relegan a las energías renovables al fondo de prioridades y atenta en contra de los estándares internacionales de sustentabilidad y medio ambiente.
En lugar de anunciar cambios significativos en política ambiental o adoptar metas contundentes que señalen el compromiso con la agenda global, México ya advirtió que presentará sus programas emblemas como Sembrando Vidas. Incluso, el presidente se tomó la libertad de afirmar que propondría a Biden un esquema de visados especiales para los beneficiarios pudieran obtener un permiso para residir en Estados Unidos.
La Casa Blanca ya pronunció su renuencia de inmediato. Es poco conveniente teñir la estrategia por el medio ambiente con intereses en política migratoria. Lo preocupante es que, más allá de ese programa, es lo único de lo que puede hablar este gobierno.
La ruta de mitigación mediante las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (CND) se ha visto obstaculizada. La presencia efímera de México en la cumbre refleja a su vez el compromiso débil con el cambio climático, las energías renovables y el desarrollo sustentable.
Posterior a los simbolismos
Forma es fondo. Cada país ha elegido el nivel de representantes en la Cumbre, la modalidad de la participación, los compromisos que adoptará y, sobre todo, el mensaje que enviará, no sólo en los discursos pronunciados, sino en los susurros que se produzcan.
Tras un año de inestabilidad e incertidumbre, será una vuelta de página para muchos. La oportunidad de definir la ruta que emprenderán, conscientes de que todos deben converger en la meta.
México debe cuidar que su aportación no se limite a sembrar plantas porque, si bien los necesitamos, un exceso de árboles también obstruye el avance en un camino.
Nota del editor: Antonio Michel estudió Relaciones Internacionales en el ITAM, donde es profesor, y tiene una Maestría en Administración Pública por la Universidad de Maxwell. Trabajó casi 7 años en la Administración Pública Federal, en las secretarías de Relaciones Exteriores, Desarrollo Social, Energía y Gobernación. Su pasión son los asuntos internacionales, los asuntos políticos y la administración pública. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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