(Expansión) - “El inversionista individual debe actuar consistentemente como un inversionista y no como un especulador”: Benjamín Graham.
Para iniciar este articulo quiero hacer referencia al gran evento cívico que vivimos el pasado 6 de junio, con las elecciones intermedias.
Sin duda alguna, los grandes ganadores del domingo fueron los ciudadanos, el INE y la democracia. Se logró corregir la falta de contrapesos, lo que es muy bueno para la vida política de nuestro país.
Al momento de escribir este articulo, el presidente López Obrador acaba de anunciar el nombramiento de Rogelio Ramírez de la O como nuevo secretario de Hacienda, y que va a proponer a Arturo Herrera como Gobernador del Banco de México, al terminar su mandato el actual Gobernador Díaz de León.
Y en el mensaje donde se anunciaron estos cambios se mencionó en diversas ocasiones el crecimiento económico.
Que quede muy caro, sin inversión no habrá crecimiento, así de claro.
La inversión es el principal ingrediente del crecimiento de las de las empresas, del país. Se requiere de inversión por parte del gobierno, de las empresas y empresarios, tanto nacionales como extranjeros.
El porcentaje de la inversión como porcentaje del PIB ha disminuido en los últimos años, llegó a ser del 21.7%.
Se considera que el nivel adecuado debería ser superior al 25%, el que debe hacerse entre iniciativa privada y el gobierno, incluso en proyectos público – privados, a fin de elevar el crecimiento económico por arriba del 4.5% de forma constante.
Todas las estimaciones de crecimiento para el 2021 de la economía mexicana han ido al alza, ya se habla de lograr un 5.55 y hasta el 6.3%. No nos confundamos, este crecimiento es el rebote de una caída del – 0.1% en el 2019 y del -8.5% en el 2020.
Es decir, este crecimiento nos ubica por abajo del nivel del 2018.
La inversión extranjera que requerimos a fin de crecer de forma consistente, estable y real, es la directa, no la especulativa.
La Inversión extranjera directa (IED) es la que llega para poner nuevas empresas, crecer las existentes, compra de empresas, entre otras.
La IED es la que genera empleos y por lo mismo, un beneficio en las familias mexicanas, en las comunidades donde se invierte.
También es la que permite ofrecer una mayor variedad de productos y servicios en el mercado, lo que genera competencia y quien sale beneficiado es el consumidor.
Los empleos son la única forma sostenible de generar la movilización social dentro de la economía, el que las personas pasen de una clase socioeconómica baja a una media.
Pensemos, además, que una empresa que quiere seguir vigente, ganar presencia en el mercado, crecer y generar utilidades, requiere de contar con un equipo de trabajo cada día mas preparado, por lo que deben invertir en la capacitación de sus empleados.
La inversión en capacitación no debe ser solo en los temas directamente relacionados con el trabajo que desarrolla un trabajador, se debe invertir en su desarrollo personal. Todo esto ayuda a la permanencia del trabajador en la empresa, lo que reduce los costos de la rotación de personal.
Al contar cada día con más empresas rentables se generan mas impuestos para el gobierno, lo que se puede traducir en un mejor sistema de salud, educativo, en seguridad, incluso en los programas sociales del gobierno actual.
Esta es la mejor forma de llegar a contar con más ingresos para el país, con más personas y empresas pagando impuestos y no el querer cobrar más a los que actualmente pagamos.
Hay una oportunidad con el nombramiento del Dr. Ramírez de la O, a fin de que se genere confianza a los inversionistas, el que oriente al presidente López Obrador a fin de respetar el Estado de Derecho, que vuelva a acercarse con los inversionistas y dé señales positivas para invertir.
En la primera parte de este sexenio se logró lo contrario: desconfianza.
El resultado de tener una Cámara de Diputados sin mayoría calificada para el gobierno permite generar confianza, la democracia colocó los contrapesos al presidente.
Como empresarios debemos generar oportunidades de inversión, de apostar por nuestro país, de ver las inversiones a mediano y largo plazo.
Considero que las empresas que lograrán nuevas oportunidades deben tener modelos bien diseñados e implementados, de lo que en inglés se conoce como ESG (enviromental, social and governance), y que se traduce en gobierno corporativo, consciencia de la ecología y una clara visión de responsabilidad social.
Al incrementar la actividad productiva del país vamos a lograr un crecimiento sostenible de la economía. Incluso a nivel personal, mientras menos personas necesiten los apoyos económicos del gobierno, más libertad tendrán para crecer como persona; se necesitan empleos, no apoyos sociales.
Hay un gran capital humano en México, lo que se necesita son oportunidades.
La actividad productiva hace la diferencia en las personas, familias, comunidades, estados, en el país.
México requiere mucha más inversión, de esto depende nuestro futuro.
¡Sí se puede, debemos hacerlo!
Nota del editor: Mauricio Hubard es Fundador y Presidente de Juntos Financiera , estudió Relaciones Industriales en la Universidad Anáhuac del Sur, graduado de la escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School) en la maestría ejecutiva “Owners, President Management Program, OPM “ en la generación 34, es miembro activo del Harvard Alumni Association, ha tomado diversos cursos en esta escuela relacionados con Microfinanzas, Gobierno Corporativo, entre otros; Desarrollo de Instituciones Financieras en el JFK School of Goverment de Harvard, también de Responsabilidad Social de las Empresas por la Universidad de Stanford y el ESADE de Barcelona. Escríbele a hubardm@gmail.com. Síguelo en su cuenta de Twitter . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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