Algunas de estas barreras:
- Ámbito de pobreza. Las zonas donde viven estos mexicanos son inaceptables, sin acceso a agua potable, sin infraestructura básica como drenaje, hospitales y escuelas a larga distancia, sin capacidad para ejercer el comercio, tener trabajo, incluso, cientos de miles de familias viven en casas de cartón.
- Ineficiencia del nivel de salud, aún y cuando las personas lleguen a los hospitales, estos se encuentran en pésimas condiciones, sin los elementos básicos para realizar diagnósticos adecuados, sin médicos que estén bien pagados, sin acceso a medicinas, y a tratamientos.
- Educación de muy baja calidad. Que no solo se encuentra lejos de los hogares de los niños; al llegar, el nivel de preparación de las maestras y profesores es, en la mayoría de los casos, de baja calidad, no cuentan con los elementos necesarios para aprender bien, sin libros, cuadernos, lápices o plumas, pizarrones. Hay millones de niños que, si tuvieran acceso a un buen sistema de salud, desarrollarían su potencial y nos sorprenderíamos como país de lo que podrían hacer.
- Dificultad para el acceso al empleo de calidad. Son pocas las opciones de trabajo en las zonas marginadas, quienes tienen trabajo pasan horas en el camino de ida y vuelta, la paga no es adecuada, y la capacitación es casi nula.
- Exclusión financiera. Uno de los instrumentos más eficientes en los países que cuentan con la mayor parte de su población en clase media es el crédito. Bien utilizado, ayuda a las familias a generar riqueza, a progresar, a poder tener acceso a electrodomésticos, a una buena vivienda, a automóviles, a viajes, etc.
Pero no solo es el crédito, también las cuentas de débito, ahorro, tarjetas de débito y crédito, seguros, etcétera.
Se debe fomentar un sector financiero productivo, que promueva la inversión en el sector de más empresas, lograr la inclusión financiera para todos; el topar tasas de interés, comisiones, fijar precios, logra justo lo opuesto, ahuyenta la inversión necesaria.
Recientemente nos enteramos de una joven de origen Purépecha, Elizabeth Esteban , que migró a California con sus padres y viven en una pequeña casa móvil. Ella tuvo acceso a escuelas públicas, sistema de salud, etcétera; cuando se eliminaron en ella las barreras de movilidad social, y soñó con salir adelante, logró ser aceptada en la Universidad de Harvard, que además le dio beca para sus estudios.
Elizabeth es muestra del talento de la juventud mexicana, solamente hay que darles las herramientas adecuadas, quitar las trabas de su desarrollo; imaginemos lo que nuestros jóvenes pueden lograr en el futuro, ¡México podría ser potencia mundial!
La movilidad social no es responsabilidad solo del gobierno en turno, es de todos y debemos actuar proactivamente. La polarización exacerbada que vivimos no nos ayuda, nos divide y evita las políticas bien diseñadas que nos lleven a lograr este objetivo.
Ya lo dijo Abraham Lincoln: “Una casa dividida en contra de sí misma no puede sostenerse”.
Sí, se puede, y por eso debemos lograrlo; por los jóvenes y por el futuro de México.
Nota del editor: Mauricio Hubard es Fundador y Presidente de Juntos Financiera , estudió Relaciones Industriales en la Universidad Anáhuac del Sur, graduado de la escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School) en la maestría ejecutiva “Owners, President Management Program, OPM “ en la generación 34, es miembro activo del Harvard Alumni Association, ha tomado diversos cursos en esta escuela relacionados con Microfinanzas, Gobierno Corporativo, entre otros; Desarrollo de Instituciones Financieras en el JFK School of Goverment de Harvard, también de Responsabilidad Social de las Empresas por la Universidad de Stanford y el ESADE de Barcelona. Escríbele a hubardm@gmail.com. Síguelo en su cuenta de Twitter . Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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