Finalmente, están quienes siempre se ponen manos a la obra, son prácticos y no tienen empacho en decir lo que piensan. Se dan cuenta de las dimensiones que está alcanzando el elefante en el momento en que su progreso es interrumpido, y les es más sencillo externar su preocupación y cuestionar por qué diantres hay un paquidermo en medio de la mesa. Aunque a veces, cuando dan la voz de alarma, puede ser tarde y el problema ha crecido tanto que es imposible sacarlo por la puerta de la sala.
Lo anterior ilustra de forma simple cómo y por qué la gente se queda callada, incluso cuando el silencio podría dar paso a retos significativos.
Lograr que los integrantes de los equipos se expresen y señalen al elefante, al que alimentan los problemas y conflictos, requiere estímulos y acciones coordinados, entre las que se incluye un mayor compromiso, crear mayor confianza al conocerse de manera más personal y cercana, así como permitir que cada uno aporte sus fortalezas y reconocerlos por sus contribuciones de formas que tengan más sentido para ellos.
Por su parte, los líderes empresariales pueden poner el ejemplo y el tono, señalando los problemas que ven de una forma respetuosa y atenta. Y, por supuesto, pedirle a la gente que les informen a ellos o al equipo cuándo sospechan que pudiera haber un elefante en la sala, de forma que sea posible tomar las acciones pertinentes para resolver el problema de inmediato.
Evidentemente, es fundamental generar la confianza suficiente entre las diferentes personalidades de los colaboradores, introvertidos, extrovertidos, enfocados, atentos al detalle, a fin de que expresen sus inquietudes e ideas oportunamente y que no solamente ayuden a identificar los problemas, sino también resolverlos, impulsar el progreso de la organización e incluso favorecer la innovación al escuchar aquellas voces que podrían pasar desapercibidas.
Nota del editor: Francisco Briseño es Socio Líder de Human Capital en Consultoría, Deloitte México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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