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¿Deben los niños regresar a las clases presenciales?

Lo ideal sería que el regreso a clases lo hagamos paulatinamente, en días escalonados, teniendo las actividades esenciales en la escuela y las otras desde casa, considera Eva Selene Hernández Gress.
jue 17 junio 2021 05:00 AM

(Expansión) - Este es un tema controversial en los últimos días en redes sociales, en grupos sociales de padres de familia y es un tema que me preocupa como madre. Si bien es cierto que los niños ya han pasado más de un año confinados en sus casas y necesitan socializar con otros niños de su edad, es importante considerar que aún no existe una vacuna aprobada para los niños, y mucho menos se ve pronta su llegada a México.

En las siguientes líneas expresaré brevemente algunas ideas a favor o en contra, con la finalidad de que cada uno analice esta situación y pueda tomar una decisión de acuerdo con su situación personal.

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A principios de la pandemia de COVID-19 se decía que esta enfermedad no afectaba a los niños o los afectaba muy poco, de hecho, en un informe emitido por UNICEF en noviembre de 2020, describe que, de 87 países desglosados por edad, los niños y los adolescentes representaban 1 de cada 9 infecciones. Hoy se sabe que pueden contraer esta enfermedad y que pueden contagiar a otros; incluso se ha manejado que es posible que generen una inflamación de sus órganos y esto les ocasione la muerte, denominada síndrome inflamatorio multisistémico.

El 19 de febrero de 2021, el Centro para el control y prevención de enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), declaró que no sabía qué causa este síndrome, pero que muchos niños que lo contrajeron tuvieron el virus que causa el COVID-19 o han estado cerca de alguien con el virus. Hasta el momento no existe información que concluya que el virus del COVID-19 tiene relación directa con este padecimiento.

Se entiende que después de escucharse sobre la gravedad a la que puede llegar la enfermedad en los niños, algunos padres de familia estemos preocupados por el regreso a la escuela. Los niños pueden transmitirse la enfermedad entre ellos y a sus familiares mayores, sin embargo, existen casos en donde los niños, por necesidad de los padres, han tenido que seguir asistiendo a la escuela y con las medidas sanitarias el contagio ha sido nulo.

Otros padres, aunque sus hijos no han tenido que asistir a la escuela, han buscado otras actividades extracurriculares con la finalidad de que sus hijos pudieran hacer más llevadera la situación emocional que este encierro ha generado, promoviendo actividades sociales y/o deportivas, las cuales, al haber sido manejadas de forma correcta, tampoco han sido peligrosas.

La realidad es que aunque alguien resulte contagiado, no estamos seguros del lugar donde contrajo el virus y, después de 14 meses, es raro ver una familia que aún se encuentre recluida exclusivamente en sus casas, sin tener contacto con otros.

Otro punto muy importante es considerar que, aunque existe un sector de la población infantil que puede tomar clases a distancia, no debemos pasar por alto que la brecha tecnológica entre la población que no cuenta con internet ni los dispositivos electrónicos para llevar una jornada de clases en el tiempo regular. Es más, me atrevo a decir que hay quienes, en los sectores más vulnerables, llevan 14 meses o más sin recibir lecciones ni retroalimentación sobre su desempeño y que no saben qué pasará con su situación educativa.

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Estudiantes mexicanos protestan contra regreso a clases presenciales sin vacunas

Existen aquellos niños para quienes la escuela es su único entorno “seguro” para sobrevivir, en el que reciben cobijo, alimentación, salud y educación, y ellos se han quedado todo este tiempo sin escuela. Aunado a esto, cada vez más empresas/instituciones están pidiendo que los padres de familia, que son sus trabajadores, regresen a laborar y los niños deberán quedarse solos o a cargo de otras personas, lo que representa también riesgos para los menores.

Como verán esta es una situación altamente compleja, en mi entorno decimos que es multivariable, y tomar una decisión con tanta información manejada desde distintas percepciones, resulta difícil. Las preguntas principales son: ¿Quién va a garantizar que las medidas sanitarias se cumplan en las escuelas? ¿Estamos preparados para el regreso?

La realidad es que en algún momento lo tendremos que realizar, lo ideal sería que, si nuestras circunstancias lo permiten, lo hagamos paulatinamente, en días escalonados, teniendo las actividades esenciales en la escuela y las otras desde casa; de esta manera podremos otorgar la oportunidad para que aquellos que tienen que asistir de forma presencial puedan hacerlo sin que implique aglomeración de personas.

Nota del editor: Eva Selene Hernández Gress es profesora investigadora en el Tec de Monterrey. Es Doctora en Ciencias en Ingeniería Industrial y tiene más de 15 años de experiencia realizando investigación que involucran proyectos de problemas clásicos de ingeniería industrial. Síguela en Facebook . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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