El trabajo en casa, la escuela virtual y el miedo al contagio por COVID-19 han modificado la manera en que nos movemos dentro y entre las ciudades del país. A la par, el cierre de las actividades económicas y las restricciones de movilidad han transformado nuestros patrones de consumo hacia un mundo más digital.
En términos de la movilidad social y económica, analizando el tráfico en las carreteras del país podemos confirmar un cambio en la composición del tipo de vehículo que circula en ellas, el número de cruces, el itinerario y el motivo de los traslados. El cambio en nuestras actividades diarias, de nuestros hábitos de consumo y esparcimiento sin duda han repercutido en el tiempo y el motivo por el que usamos nuestros vehículos. Sabemos que un gran número de personas y de empresas prevén que el trabajo y la educación vía remota, o en un esquema híbrido, continuarán en la nueva normalidad.
Con respecto a la movilidad observada entre ciudades, entre abril y junio de 2020, cuando inició el cierre de actividades económicas no esenciales, el tráfico agregado cayó aproximadamente 40% en las carreteras de cuota monitoreadas por HR Ratings. Esta cifra no se había observado en los últimos diez años. Al cierre de 2020, en términos anuales, el tráfico registró una contracción de sólo 19.2%. En los primeros tres meses de 2021 hay un cambio de tendencia, pero en mi opinión, la movilidad tanto de personas como de mercancías en los siguientes meses estará determinada por la reducción de contagios por COVID19 y las actividades económicas en la zona del país que se analice.