5G promete velocidades de 100 Mbps por usuario, similares a las que nos puede dar una red fija, pero con la gran ventaja de la movilidad. Algunos se preguntarán, ¿para qué 100 Mbps? Entre otras importantes cosas, para aprovechar la realidad virtual o realidad aumentada en servicios de educación a distancia, telemedicina o inclusive para el entretenimiento. Por otro lado, para ofrecer de forma más económica acceso de banda ancha a hogares de zonas suburbanas mediante tecnologías inalámbricas (FWA, por sus siglas en inglés).
La banda de 6 GHz, donde actualmente se encuentran algunos enlaces de microondas y parcialmente servicios satelitales, se está evaluando en algunos países para poder prestar estos servicios de red inalámbrica de área local, lo que implicaría designar el espectro como de uso libre o no licenciado. Al mismo tiempo, la UIT a nivel global está analizando la posibilidad de ofrecer servicios con calidad garantizada o con movilidad (servicios IMT).
Los operadores y fabricantes de equipo de telecomunicaciones proponen dividir la banda en dos partes: la parte baja de la banda, con 500 MHz, sería para servicios no licenciados (Wi-Fi o cualquier otra tecnología de acceso inalámbrico) y la parte alta de la banda, con 700 MHz, sería para servicios licenciados como el 5G.
Por otro lado, algunos miembros de la industria sugieren que el incremento del tráfico soportado por tecnologías tipo Wi-Fi está creciendo de manera exponencial; no obstante, no hay estudios contundentes que demuestren la necesidad de espectro adicional para Wi-Fi en México.
En Europa, por ejemplo, específicamente en Reino Unido, se decidió liberar 500 MHz de espectro para RLAN/Wi-Fi en la banda 5925-6425 MHz considerando que esta cantidad de espectro es suficiente para atender las necesidades de espectro actuales y futuras de Wi-Fi, mejorando así su cobertura, aumentando su capacidad, reduciendo su latencia y aliviando la congestión.
Un argumento que se maneja es el de las interferencias a los servicios actuales. Es importante seguir de cerca los estudios en proceso que se revisarán en la Conferencia Mundial de Radio (CMR) del 2023, que permitirán entender qué tipo de interferencias se pueden generar a los radioenlaces existentes, que soportan el transporte de las redes de telecomunicaciones o, en algunos casos, infraestructuras críticas.