(Expansión) - Imagina que una familiar, una persona a la que realmente amas y es importante en tu vida, está enfermo, resulta que no tiene Seguro Social ni seguro de gastos médicos mayores, ni dinero para pagar una operación urgente. Resulta que le quieres ayudar, que hacerlo es muy importante para ti, tú tampoco tienes el dinero suficiente, pero este reto imprevisto de alguna forma te activa la creatividad, encuentras nuevas formas de mover tu dinero o de generar más o de conseguir lo necesario, porque sabes que si no, no hay posibilidades de que tu ser querido sobreviva. Tienes una causa, la causa es la vida de esa persona.
Cuando se tiene una causa clara no es necesario que nadie te motive, porque la causa es el motivo, el espíritu, el propósito. Es tan poderosa una causa que puede hacer trabajar juntas a personas con ideologías diferentes, puede hacerte generar ideas, esfuerzos impensables, no se diga salir de la comodidad. Quien tiene un motivo, una causa, no necesita ni despertador.