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Día Mundial de la Salud Mental ¿en dónde se encuentra México?

La salud mental debería ser uno de los principales temas a tratar a través de los mecanismos de salud pública, más aún en el estado de pandemia en el que estamos, apunta Jimena Cándano.
dom 10 octubre 2021 07:00 AM
Mujer escuchando música relajante
El momento de actuar es hoy, todos debemos poner de nuestra parte para cuidar nuestra salud mental y, por supuesto, la de las personas que nos rodean, señala Jimena Cándano.

(Expansión) - Cada 10 de octubre conmemoramos el Día Mundial de la Salud Mental, pero ¿qué es? La OMS la define como: “un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar fructífera y productivamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

En nuestro país nunca se ha dado la importancia que merece a la salud mental; son pocos los lugares en el sector público donde se pueden atender estos padecimientos, mientras que los existentes en el sector privado son costosos. Por otro lado, existen personas que se dedican a dar diversas terapias; sin embargo, sus métodos no son regulados por ninguna entidad, por lo cual se puede poner en riesgo a las personas que requieren de esta atención.

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Los anexos en los que se atienden adicciones, depresión, temas de conducta y enfermedades como esquizofrenia y bipolaridad, han proliferado sin ninguna regulación, poniendo en riesgo no solo los derechos humanos de las personas que ahí se atienden, sino incluso sus vidas. Cofepris debería ser el órgano rector encargado de verificar estos lugares, pero la falta de presupuesto y capital humano hace que sea imposible cumplir con esta labor.

En el sector privado tampoco existen muchas opciones para tratar a personas con enfermedades mentales graves, sobre todo si se requiere internamiento. Los avances en conocimiento y reconocimiento de problemas de salud mental en nuestro país parecen ser muy lentos, aunque los diagnósticos crecen de manera apresurada, con problemáticas más complejas y personas que no pueden alcanzar el pleno disfrute de su vida.

Según cifras del Inegi, en México durante los últimos 10 años ha habido un crecimiento continuo del 16% de incidencia en suicidios; en 2018 ocurrieron 6,710 suicidios, 5.7 por cada 100,000 habitantes; sin embargo, durante 2020, 7,818 fallecimientos fueron a causa de lesiones autoinfligidas, lo cual representó el 0.7% del total de muertes en el año y una tasa de suicidio de 6.2 por cada 100,000 habitantes.

Es importante resaltar que del 2013 al 2019 el aumento fue de 5.0 a 5.7 por cada 100,000 habitantes, pero el aumento de 2019 a 2020 fue de 5.7 a 6.2 por cada 100,000 habitantes. Lo cual demuestra un crecimiento exponencial, probablemente muy relacionado a los daños que ha causado la pandemia.

El suicidio no es la única bandera roja que se ha levantado en temas de salud mental durante esta pandemia, la OMS calculaba con antelación que para el 2020, la depresión sería la segunda causa de discapacidad a nivel mundial, con los acontecimientos actuales esto se vuelve apremiante.

La Secretaría de Salud estima que 15 millones de personas padecen algún trastorno de salud mental en nuestro país, situando la mayor incidencia de suicidios en el rango de los 18 a los 29 años. En este último año hemos visto un crecimiento importante en depresión y pensamientos suicidas en niñas y niños.

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No podemos seguir volteando hacia otro lado, los problemas de salud mental son problemas de salud pública, le competen al gobierno y a todos como sociedad. María Elena Medina Mora, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM, estimó que una de cada tres personas sufrirá un desorden psiquiátrico a lo largo de su vida; de ese tamaño es el problema que estamos enfrentando. Si le sumamos las consecuencias del encierro, el miedo, la crisis económica y los múltiples duelos que está viviendo nuestro país, estamos ante un escenario muy alarmante.

A pesar de todo esto, el gobierno ha decidido reducir entre 2020 y 2021 en un 81.6% los recursos destinados a la atención de salud mental, esto significa que 12 estados no tendrán la capacidad para atender estos padecimientos. Por otro lado, estados como Yucatán que tienen un alto índice de suicidio recibirán aproximadamente 40,000 pesos para atender estos temas ¿es suficiente?

La salud mental debería ser uno de los principales temas a tratar a través de los mecanismos de salud pública, más aún en el estado de pandemia en el que estamos; sin embargo, parece que el gobierno no ha dimensionado el tamaño de la problemática y lo necesario que resulta su intervención; si no dedicamos una parte importante del presupuesto público a su atención, los resultados de esta crisis que estamos viviendo impactaran en más suicidios, depresión y por supuesto un crecimiento en los índices de violencia.

El momento de actuar es hoy, todos debemos poner de nuestra parte para cuidar nuestra salud mental y, por supuesto, la de las personas que nos rodean: familiares, equipo de trabajo, alumnos y un largo etcétera, pero al gobierno le toca poner énfasis en las políticas públicas, así como al presupuesto que se requiere para su oportuna atención.

Nota del editor: Jimena Cándano estudió la licenciatura de Derecho en la Universidad Iberoamericana. Obtuvo el grado de Maestría en Administración Pública con enfoque en Desarrollo Comunitario y Transformación Social en la Universidad de Nueva York. Actualmente es la Directora Ejecutiva de la Fundación Reintegra. Síguela en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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