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La transformación económica: de lo lineal a lo circular

Lograr la transformación requiere de la suma de diversas voluntades, es necesaria la participación del sector público, privado y la ciudadanía para implementar soluciones, señala Alexander Torres.
jue 04 noviembre 2021 05:00 AM

(Expansión) - El mundo vive una transformación profunda, impulsada principalmente por la pandemia, pero a la cual se añaden las complejidades de un mundo más interconectado y una creciente escasez de recursos. La nueva apuesta resulta muy clara, la economía se debe reconfigurar y una de las mejores alternativas es la economía circular.

El concepto de economía circular ha existido por varios años. Primero, se adoptó como una alternativa de sostenibilidad para las empresas de cara a mantener sus operaciones, pero muy pronto se volvió en una de las más grandes necesidades. Adoptada principalmente por las nuevas generaciones, cada vez son más las personas y empresas que se suman a esta tendencia, exigiendo un mundo diferente al que tenemos actualmente.

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Uno de los sectores en donde la necesidad de transformación es más evidente es la industria de plásticos y desechables. Su alto uso y, sobre todo, su gran visibilidad lo convierten en un blanco para lograr una transformación profunda. Su conveniencia a lo largo de los años ha sido fundamental, tanto para temas de higiene, portabilidad, como la misma comercialización, pero esto se ha acompañado de su desecho tras solo un uso.

Lograr la transformación requiere de la suma de diversas voluntades, es necesaria la participación del sector público, privado y la ciudadanía para implementar soluciones sistemáticas que atiendan toda la cadena, desde la extracción, diseño y producción, al uso, reuso, disposición, reciclaje y su reincorporación a la economía. En caso de seguir con una tendencia de consumo infinito, en 2050 habrá más plásticos en los océanos que peces y eso sin considerar el otro tipo de materiales.

La industria ha realizado esfuerzos para su transformación, con productos más amigables con el medio ambiente, como lo son las soluciones de papel, biodegradables, compostables, reciclables, entre otras, así como promover el dar un segundo uso o reciclaje de los productos.

Los esfuerzos emprendidos se verán fortalecidos con la Ley General de Economía Circular (LGEC), la cual se encuentra en discusión en el Congreso y tienen como objetivos principales promover la eficiencia en el uso de los productos y subproductos a través de la reutilización, reciclaje, diseño o cualquier criterio de economía circular.

Por su parte, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR), también en discusión, deberá permitir la correcta disposición, colecta y tratamiento de los residuos, así como su reincorporación a la dinámica económica. Al hacerlo, se comenzará a cerrar un círculo virtuoso encaminado a lograr la transformación hacia la nueva economía y, con ello, dar el paso que se requiere para un planeta más sustentable.

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En el caso de la ciudadanía, en donde se incluyen organizaciones, es prioritario tener una mejor educación para una correcta disposición. Las dudas y los mitos alrededor del tema han generado que las personas crean que por ser el material compostable, de papel o biodegradable, desaparecerá por sí solo. Incluso, se desconoce que al colocarlo junto a otros materiales propicia su contaminación y con ello se obstaculiza su reutilización, anulando la posibilidad de una “segunda vida”.

La clave para que los tres sectores puedan interactuar de manera adecuada se encuentra en reforzar los cuatro modelos de reutilización, el cual consiste en: rellenar y devolver, tanto en casa como en exteriores. El rellenar en casa y fuera de ella consiste en extender la vida de los contenedores, tanto con servicio de suscripción, sistemas dispensadores, entre otros, que permitan llevarlo a cabo. El devolver se trata de regresarlos para tratamiento o depositarlos en lugares adecuados, tanto cestos de basura como máquinas que permitan un reciclaje directo.

Más allá de marcos normativos, es necesario que todos pongamos de nuestra parte para contribuir a que la economía circular sea una realidad. La transformación tomará tiempo, pero es algo que sin duda alguna ya no podemos posponer. Los cambios regulatorios se ven prometedores, así como todas las acciones que se están llevando a cabo desde la industria, lo importante es reforzar y sumar esfuerzos con la ciudadanía.

Nota del editor: Alexander Torres es Gerente de Sostenibilidad Región Norte en Carvajal Empaques. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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