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El bla, bla, bla del Greenwashing

¿Por qué debemos tomar conciencia y responsabilidad de las campañas con mensajes sostenibles que realizamos?, cuestiona Pedro Nieto.
vie 10 diciembre 2021 12:01 AM
El bla, bla, bla del Greenwashing
Una nueva tendencia, de la cual han abusado marcas, es explotar el tema de sostenibilidad y compromiso ambiental sin tener un sustento en el que se compruebe que realmente están impactando en pro del planeta, apunta Pedro Nieto.

(Expansión) - El final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP26, puede ser analizada desde dos perspectivas. Por un lado, con un futuro esperanzador si se quiere creer en todas las promesas y compromisos realizados por los países participantes. Y por el otro, pensar como Greta Thunberg, quien en uno de sus últimos Fridays For Future, pidió más acción y “menos bla, bla, bla” a los líderes mundiales que presentaron sus planes para alcanzar las cero emisiones de efecto invernadero en los próximos años.

No somos adivinos para saber si las promesas serán cumplidas, pero desde nuestra trinchera profesional podemos replantear cómo nuestras estrategias pueden sumar al futuro del planeta. Un frente importante es la mercadotecnia y la comunicación por su impacto directo ante los consumidores y por su alta área de oportunidad en estos temas.

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Uno de los mayores retos de las empresas es justo lo que mencionó Greta Thunberg: se necesita más acción y “menos bla, bla, bla”. Una nueva tendencia, de la cual han abusado marcas, es explotar el tema de sostenibilidad y compromiso ambiental sin tener un sustento en el que se compruebe que realmente están impactando en pro del planeta.

Esta columna no tiene el objetivo de hacer una casería de brujas sobre cuáles compañías realmente están actuando y cuáles están tomando ventaja de la situación. Basta con poner en Google “Empresas greenwashing México” o “marcas greenwashing” y los resultados nos abrirían los ojos a investigaciones, reportajes y ejemplos de marcas que se posicionan como responsables con el medio ambiente, cuando la realidad es otra.

Como contexto, cuando utilizamos el término greenwashing nos referimos a empresas que utilizan publicidad o comunicación engañosa, diciendo que su producto o servicio es sostenible. Mientras que el Green Hush, nos habla de las empresas que comunican selectivamente las acciones sostenibles que realizan y, además, reconocen las áreas de oportunidad que tienen para llegar a una meta medio ambiental.

Pero ¿por qué debemos tomar conciencia y responsabilidad de las campañas con mensajes sostenibles que realizamos? El primer lugar, y creo el más importante, es por ética. Las nuevas generaciones están empujando a que este tipo de acciones tengan repercusión en las ventas de las empresas.

Estudios como el “Business Action for Climate Crisis”, realizado por Porter Novelli, nos indica que 68% de las personas creen que pueden tener un impacto en la crisis climática a través de compras más sostenibles. Además, se generaría un vínculo más fuerte entre la marca y el consumidor, ya que, de acuerdo al estudio, el 73% de los participantes tendría una imagen más positiva de la empresa y hasta estaría dispuesto a pagar más por los productos que apoyen una causa sostenible (58%).

El nuevo reto es cómo hacerlo. Para ello se debe modificar el esquema tradicional de comunicación cuando las empresas dan a conocer un compromiso medio ambiental. La fórmula actualmente es realizar un evento o lanzar un comunicado de prensa con el objetivo de que el mensaje llegue al consumidor. Pero, una vez más, como señaló Greta Thunberg, no todo se puede quedar en palabras.

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Recordemos que los grandes detonadores de este cambio son los centennials y, para que nos escuchen, debemos evolucionar el modelo tradicional - unidireccional y sumar conexiones emocionales e informativas para que así la marca, el consumidor y los mensajes convivan de forma efectiva en un modelo comunicativo. De esta manera, el público de las marcas estará más consiente de la acción de cambio y concientización que realizan las compañías, lo cual a mediano plazo llevará a tener embajadores orgánicos de sus productos.

Los elementos con los que debe contar este nuevo esquema son la transparencia en las acciones sostenibles, es decir, que esté comprobado que las empresas realmente están haciendo un cambio (no greenwashing) y una educación al consumidor sobre la importancia del pacto o compromiso sostenible. La creatividad es la mejor forma de poder enganchar a las nuevas generaciones para no pasar desapercibidos y, mejor aún, crear experiencias donde podamos hacer parte del cambio a nuestro público.

Los mensajes sostenibles o con objetivos ambientales de las empresas hay que dejarlos ver como una tendencia, y más bien como una nueva responsabilidad que las compañías deben asumir. El futuro está en consumidores más conscientes de lo que compran, a quién le compran y a quién siguen o le regalan un like en redes sociales.

Es el momento de dejar a un lado el bla, bla, bla y accionar nuestros planes de comunicación en favor del planeta y recordar que el poder actual de la comunicación para defender lo que vendemos y vivir fieles a lo que representamos.

Nota del editor: Pedro Nieto es Digital Strategist en Porter Novelli México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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