¿Cuál es el reto? Evidentemente esta transformación necesita el fortalecimiento de algunos elementos de la cultura organizacional, el liderazgo e incluso añadir algunos que antes no se tenían considerados. Pensando en esto me gustaría compartir algunos puntos que he detectado a través de mi propia experiencia, mi trabajo con otras organizaciones y algunos estudios recientes que analizan las preferencias del talento para trabajar.
El primer punto es la conexión emocional con los colaboradores, la cual se ha vuelto más importante que nunca, sobre todo con el trabajo remoto. Mantener el sentido de pertenencia y el compromiso con los objetivos dependerá del nivel de atención que pongamos a sus necesidades personales y familiares para poder operar en un contexto adecuado en esta modalidad.
Muchas de las personas que trabajan a distancia han reportado estrés, pero solo algunas han recibido atención y apoyo por parte de sus empresas, por lo que hay que ir más allá y no pensar que el mantenerse trabajando en un esquema a distancia, es sinónimo de relajación y comodidad, cuando en realidad no es así.
El segundo punto es el nivel humano de los líderes para dar aliento y soporte a sus equipos pensando que esta pandemia ha traído un desgaste emocional en las personas. Tan solo hay que pensar en quienes han perdido a un ser querido, tal vez algún familiar perdió su trabajo o tuvo que hacer un cambio de residencia y si sumamos todo, la gente está desgastada emocionalmente.
Los líderes debemos considerarlo para mantenernos atentos a sus necesidades, es decir, generar un nivel de empatía para alentarlos a seguir adelante, brindar seguridad y fortaleza. Un gran número de colaboradores valoran a una empresa que brinde apoyo para dedicar tiempo a su familia (flexibilidad).
El tercer punto corresponde a una variable de lo que identifico como el nuevo liderazgo, y que el nivel de transformación y los cambios actuales ameritan, la habilidad de transmitir nuestra gratitud a nuestros colaboradores que se han mantenido comprometidos y que invierten su tiempo y esfuerzo cada día para mantener la organización a flote.
Por ejemplo, un líder que no pierde la oportunidad de agradecer y no dar por hecho el trabajo de todos, este simple gesto puede mantener comprometido a su equipo y pesar de los tiempos difíciles los motiva para lograr sus objetivos y generar un trabajo digno de admirar, incluso mejor que antes de la pandemia. Así que un liderazgo más humano es una variable que identifico como clave para el nuevo mundo del trabajo que nos dejó la pandemia.