Estudios como el de la consultora de Recursos Humanos Robert Half lo corroboran al destacar que las empresas que no ofrecen la opción de trabajo remoto, al menos parcialmente, pueden perder la preferencia de sus empleados, especialmente entre el 44.1% de las mujeres encuestadas, que manifestó que buscarían una nueva oportunidad de trabajo que ofreciera esta modalidad si llegaran a perder esta opción en su empresa actual.
Si bien no podríamos asegurar que un porcentaje alto renunciaría a su trabajo actual por esta razón, lo cierto es que sí se percibe una preferencia clara por un modelo que combine el trabajo presencial con el trabajo remoto y obtenga los mejores beneficios de ambos formatos.
En este contexto y dado el interés de un alto porcentaje de colaboradores por continuar parcial o totalmente trabajando a distancia como parte de las nuevas dinámicas de muchas empresas, es importante tener claro que ante el inminente regreso a las oficinas, estos esquemas deben implementarse de manera estratégica y no de la forma reactiva como lo hicimos al inicio de la crisis sanitaria.
Combinar lo mejor de dos mundos, el reto de Recursos Humanos
Hemos sido testigos que los momentos de crisis pueden conducir a acciones heroicas y sin precedentes, y es justo reconocerlo, pero hoy las empresas deben replantearse modelos de trabajo que den respuesta tanto a las necesidades de las personas que las componen como a las de la propia empresa, de manera que se asegure su sostenibilidad en el tiempo.
Por lo anterior, es prioritario que los líderes de Recursos Humanos emprendan las acciones necesarias para lograrlo tomando en cuenta las experiencias y lecciones aprendidas en estos dos últimos años, pero también reconociendo que nos enfrentamos nuevamente a una realidad inédita que requerirá también de nuevos aprendizajes.
La implementación de los modelos de trabajo híbridos por los que muchas empresas están apostando, unas con una visión más de transición y otras como una apuesta a largo plazo, no será sencilla y representará grandes retos para las áreas de Recursos Humanos, sin embargo, no debemos perder de vista una de las grandes lecciones que nos dejó la pandemia y que hoy es un tema prioritario: procurar el bienestar integral -físico, mental y financiero- de los colaboradores es un ganar ganar para las empresas y para los colaboradores.
No debemos olvidar que aquellas organizaciones que tomaron acciones para procurar el bienestar integral de su fuerza laboral en medio de la crisis mejoraron su tasa de retención y de motivación, lo cual se tradujo en un aumento de la productividad y, por lo tanto, en un elemento clave que posibilitó la continuidad de sus operaciones.
De acuerdo con una investigación de la firma Talent Solutions de ManpowerGroup y Everest, el modelo 3-2-2 (tres días de oficina, dos días en casa y dos días de descanso) es el que está predominando entre los esquemas híbridos que están adoptando las empresas, modelo con el que no se rebasa el 40% de trabajo remoto establecido como mínimo para tener la obligación de cumplir con la reforma de teletrabajo, por lo que los patrones estarían exentos del pago de los gastos, así como de proporcionar las herramientas de trabajo necesarias.
Pero más allá de la Ley, debemos pensar en cómo conciliar las demandas de los colaboradores con las necesidades de las organizaciones para diseñar esquemas de trabajo (virtuales, presenciales o híbridos) que beneficien a ambos.