De acuerdo con los últimos datos disponibles del Instituto Federal de Telecomunicaciones, en el país existen 132 millones de líneas celulares, todas ellas vulnerables a ciberataques, esto sin contar las computadoras de escritorio, laptops, tabletas, asistentes virtuales y un largo etcétera.
Y no son necesariamente las empresas las más afectadas por los ciberataques, pues existe una infinidad de métodos por los que se puede violar la seguridad cibernética.
Activos digitales, lo más valioso en el mundo virtual
Pensar en un activo digital nos remite tal vez a términos financieros como criptomonedas, NFT, banca digital, o bien, transacciones virtuales, pero la realidad es mucho más simple. Todos, absolutamente todos los seres humanos que tienen un dispositivo con acceso a internet, tenemos activos digitales.
Básicamente son cualquier cosa que tenga información o data de valor dentro del mundo virtual. Puede ser desde el perfil de tu Facebook, el correo electrónico, hasta las bases de datos de la trasnacional más grande del mundo.
El botón de muestra del costo que pueden tener los ciberataques a nivel macro son los casos de robo de bases de datos que han sufrido empresas como British Airways o la cadena de hoteles Marriot.
Cada una de ellas ha tenido que pagar 100 millones de dólares después solo por las multas después de incumplir con el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, a esto se suma el costo monetario del robo de la base de datos, que asciende a 70 millones de dólares para cada compañía. Y perder esa información puede significar desfalcos de diferentes niveles.
Es impensable buscar una compañía si no es a través de redes sociales o motores de búsqueda, en este sentido, las redes sociales se usan para compartir información y conocimiento, además de estar enlazados.
En la red encontramos un lugar para transmitir ideas o información y también las empresas te pueden conocer y transmitir un mensaje. Al momento de publicar esa información, digitalizamos estos datos y la comunicación. En ese momento, eres dueño de lo que estás comunicando hacia el mundo digital.
En este sentido, el cuidado de los activos digitales toma mayor relevancia para los negocios, sin importar su tamaño. Cada minuto que se cae una aplicación o una página de internet que tiene operaciones de ventas o servicios, significa pérdidas, por lo que el blindaje se convierte en una necesidad imperiosa.
El primer paso para proteger los activos digitales es comprender que toda la información que compartimos tiene valor. Para ello, lo primero que debemos comprender es qué tenemos. Por ejemplo, cuando salimos a la calle y ubicamos dónde está nuestra cartera, nuestras llaves, es lo mismo en el mundo digital, entender cuáles son las cosas de valor para nosotros.