Cada entidad en la red, desde cuentas privilegiadas, y contratistas hasta empleados e incluso actores sospechosos, son amenazas potenciales para la empresa y para otros usuarios. En un mundo móvil y SaaS, ¿cómo debería manejar la empresa las amenazas internas cuando no hay nadie adentro?
Además de esto, las regulaciones como GDPR, CNBV, y CCPA entre otras están obligando al mercado a responder rápidamente para proteger las brechas, y para mitigar el riesgo de manera proactiva o, de lo contrario, tendrían que enfrentar las multas, y otras sanciones.
El antiguo enfoque de seguridad intentaba mantener alejados a los atacantes mediante la construcción de muros más altos, ahora las personas están más allá de las paredes. Se necesita un nuevo modelo de seguridad que le permita a la empresa proteger los datos críticos y la propiedad intelectual.
Poniendo el comportamiento en el centro de la ciberseguridad
La ciberseguridad basada en el comportamiento del usuario en la interacción con los datos le permite a la empresa identificar, cuantificar y responder proactivamente al riesgo asociado a datos críticos del negocio. Considerando que estos datos pueden estar en el corporativo, en las sucursales remotas, en el hogar de los colaboradores o en la nube.
Para lograr esto las áreas de seguridad y de TI necesitan herramientas y capacidades para entender dónde, cómo y por quienes están siendo los datos utilizados, esto les permitirá obtener el contexto necesario requerido para priorizar y reaccionar ante el riesgo.
Entendiendo el comportamiento se puede decidir cuando dar acceso al usuario a datos críticos y cuando bloquearlo. Así mismo se pueden analizar el comportamiento de los dispositivos, las personas y a la vez se pueden implementar políticas de seguridad más efectivas.