Hoy, las empresas están acercándose a nuevos tipos de data, como las llamadas zero y first-party, o los datos cero o de origen, que permiten no solo obtener una data de mayor contenido y valor sino que, además, cuentan con la aprobación del usuario, ya que éste autoriza su uso o incluso comparte voluntariamente información de si mismo a cambio de recibir un beneficio. Esto ayuda a no comprometer la privacidad de las personas.
Los datos de origen o first party data aportan información sobre el comportamiento de los usuarios en un sitio o aplicación. Esto cubre desde los clics que da cada persona, el contexto de la sesión, las transacciones y cómo interactúa con experiencias personalizadas.
Con esta información, las marcas y los minoristas pueden predecir tendencias y conocer el posible comportamiento de sus clientes. Es decir, se consigue información del cliente por el tiempo y actividad que tuvo en una página o app.
Por otro lado, los datos cero o zero party data son la información que el cliente comparte con la marca a cambio de un valor o beneficio (material o intangible). Puede ser a través de un cuestionario o formulario, donde las personas comentan sobre lo que están buscando y la necesidad que desean cubrir. En este caso, se requiere la acción directa del usuario y permite conocer sus posibles compras a futuro.
Dado que es información veraz y que el cliente otorga, los datos cero se están convirtiendo en oro molido para marcas de múltiples sectores, incluyendo el mundo de la belleza. Las razones de su éxito son evidentes, ya que no solo dan data de alto nivel a las marcas, sino que al cliente también le ayuda a tomar una mejor decisión de compra y ser escuchado.
De entrada, algunos podríamos temer este mundo cookieless pero, en realidad, hay muchos beneficios que conllevan los zero-party data y first-party data. Los datos cero ayudan a liberar la mentalidad de los clientes y satisfacer sus necesidades. Reconocen que todos los clientes son diferentes y, por ende, tienen requisitos y comportamientos únicos, con intenciones de compra diferentes.
Por otra parte, coadyuvan a crear una mejor experiencia de descubrimiento de productos. Es importante saber qué busca tu cliente y la manera más directa de saberlo es preguntándole. Podemos simplificar su experiencia de compra, ayudándole a encontrar lo que necesita y evitando que pase por una situación abrumadora.
Conocer de esta manera tan íntima al cliente significa que tendremos toda la capacidad de brindarle recomendaciones personalizadas, sugiriendo productos que sí resolverán sus problemas.
Pueden impulsar una verdadera lealtad y satisfacción de cliente ya que podremos mostrar una recomendación de productos mucho más ‘targeteada’. En el caso específico de productos de cuidados para la piel o del cabello, esta “mina de oro” de datos permite realizar encuestas de clientes y desarrollar buscadores de rutinas, por dar solo unos ejemplos.