Lo anterior al final del día lleva a que los emprendedores sientan que emprender es casi un calvario. Ya sea porque los clientes nunca estarán satisfechos, porque la empresa siempre debe andar a tope para ser rentable, o porque la competencia es tan rapaz, que el emprendedor debe mantenerse a raya para conservar consumidores.
Pero lo cierto es que una empresa puede conseguir los clientes que se merece, trabajando menos, y haciendo felices a todos (emprendedor y clientes). En suma, sí puedes aumentar tus ventas subiendo tus precios. No obstante, para lograrlo es necesario replantear distintos aspectos de un negocio para que llegue a ese punto de equilibrio ideal; más importante aún, cumpliendo con todas las expectativas de tus consumidores.
“Romper madres”
Hablar de una reunión de negocios como un pitch, implica que alguien o va a batear o va a terminar ponchado. Como si fuera un juego de suma cero. La realidad de una presentación de productos y servicios es mucho más compleja que eso y requiere partir de un principio que con frecuencia los emprendedores olvidan: conocer a fondo a sus clientes, pero desde una idea clara de qué tipos de clientes se buscan y se está dispuesto a aceptar.
Si una empresa no tiene definido con nitidez a su buyer persona, terminará cachando todo lo que caiga y, por consiguiente, aceptando precios y términos que no le convienen. Como se dice en México, terminará “rompiéndose la madre” constantemente. Trabajando por trabajar, y sacando a destajo todos los productos y servicios que pueda al menor costo.
Lo opuesto, como también se dice coloquialmente, es “romper madres”. Es decir, hacer todo espectacularmente, pero para los pocos clientes que en verdad se quiera mantener en cartera.
La clave es confianza
La clave para lograrlo, sin embargo, sí implica trabajo, pero bien invertido y bien administrado. Como se dice en países anglosajones, “Working smarter, not harder”. Para dejar de trabajar mucho, se necesita desarrollar más habilidades que reditúen en un aumento de precios y que hasta el cliente más exigente esté dispuesto a pagar.
Afilar constantemente todo lo que se pueda de la operación de la empresa da mayor confianza en lo que se puede ofrecer. Quien no confía en sus soluciones, se ve reducido a no poder subir los precios de sus productos y servicios. Y vaya que esos abundan en cualquier mercado e industria.
Para aumentar ventas subiendo precios, un emprendedor debe confiar plena, absolutamente en los resultados que puede ofrecer y eso se logra confiando en sus habilidades.