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Verano 2022, el invierno de las pymes

La mayor parte del PIB y la generación de empleos del país depende de ellas y a pesar de sus áreas de oportunidad, lo cierto es que también son resilientes por naturaleza, señala Bernardo Prum.
mar 26 julio 2022 06:00 AM
pymes exportaciones y crecimiento
A pesar de todo lo que ha representado la pandemia, millones de pymes han sobrevivido. Y seguirán sobreviviendo en su mayoría. ¿Pero en qué términos?, plantea Bernardo Prum.

(Expansión) - La inflación a nivel mundial está por las nubes. Y esta situación necesariamente obliga a las empresas a replantear sus estrategias de cara a una segunda mitad del año compleja. Actualmente se registran niveles de presión inflacionaria superiores al 8% —caso en el que se encuentra México—, algo que se empieza a traducir en reconfiguraciones en los hábitos de consumidores, en la medida que los ingresos de la población se disuelven ante el alza de precios.

En medio de una coyuntura tan complicada, las pymes son las que enfrentan los problemas más desafiantes. Se trata de negocios que dependen en extremo de los flujos de efectivo día con día. Si estos disminuyen, sus ingresos también lo harán, así como su capacidad de respuesta ante un escenario más complejo, lo que las coloca en un estado de vulnerabilidad alto ante variaciones drásticas en el mercado.

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Esto sucede cuando no hay una planificación y revisión constante de los planes financieros a corto, mediano y largo plazo; particularmente, cuando se opera bajo el supuesto de una imposibilidad de crisis intempestivas, es decir, las empresas que no tienen claros sus planes de emergencia, difícilmente saldrán victoriosas.

Uno de los grandes problemas de estas empresas es que los emprendedores, generalmente, tienen poco margen de acción, ya sea por limitaciones financieras, de planeación e incluso de conocimientos del mercado y el negocios. Basta con ver las cifras de la Radiografía del Emprendimiento en México 2021, donde se detalla que las principales razones de fracaso en las pymes son la falta de liquidez, la falta de conocimiento del mercado y la mala administración del negocio.

La urgencia de la planeación

Las pymes son la espina dorsal económica de países como México. La mayor parte del PIB y la generación de empleos del país depende de ellas y a pesar de sus áreas de oportunidad, lo cierto es que también son resilientes por naturaleza. Las pymes están acostumbradas a operar bajo niveles sub óptimos y, por lo mismo, deben estar en constante adaptación a las inclemencias del mercado: desde tratar de competir frente a grandes conglomerados, hasta enfrentarse a pandemias mundiales.

Pero esa resiliencia, de cara a escenarios difíciles, debe estar acompañada de una planeación óptima y constante, como buscar financiamiento estratégico y flexible, implementar esquemas de ahorro y gestión de inventarios, capacitación o mapeo de riesgos, por mencionar algunos.

Cuidado con los flujos de efectivo

Tomando todo lo anterior en consideración, es fundamental entender que cuidar los flujos de efectivo para una pyme nunca había sido tan importante. Se deben contemplar probables bajas en ventas, el retraso de proyectos o desabasto de productos. Pero esto no debe significar una derrota de antemano; por el contrario, implica analizar el contexto para articular una estrategia de negocios con proyecciones de crecimiento reales, para esperar un mejor momento económico en el futuro.

La noche de las empresas ‘zombie’

A pesar de todo lo que ha representado la pandemia, millones de pymes han sobrevivido. Y seguirán sobreviviendo en su mayoría. ¿Pero en qué términos? Si la operación sigue endeble y dependiendo de los flujos de efectivo diarios, la supervivencia viene a costa de la calidad de vida de emprendedores y sus familias. El resultado: empresas ‘zombie’ que apenas y pueden caminar, que quedan subordinadas a la suerte. Y, por supuesto, en el filito de muertes lentas y agonizantes.

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Este verano anticipa un largo y crudo invierno para las pymes, pero no es el final del camino, están a tiempo de minimizar sus impactos y esperar el florecimiento en la primavera, lo cual sucederá si desde hoy se ocupan en el fortalecimiento de las relaciones con proveedores y aliados, así como en ofrecer productos que agreguen valor al cliente. Sin todo esto, su supervivencia estará en juego, y con ella, la fortaleza económica del país.

Nota del editor: Bernardo Prum es Director de Creze. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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