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Inteligencia Artificial y singularidad

Aunque existe una gran carga de ficción, lo que sí es verdad hoy es que los primeros usos e integraciones de la tecnología digital con la IA, particularmente en la salud, ya son una realidad.
vie 29 julio 2022 12:01 AM
Singularidad Inteligencia Artificial
La singularidad tecnológica es la cumbre de la IA, la explosión de inteligencia resultante dará lugar a máquinas cada vez más autónomas y precisas que podrán generar grandes beneficios a la humanidad a través de sistemas de salud más eficientes, señala Fernando Castilleja.

(Expansión) - Múltiples autores han escrito acerca del concepto de Inteligencia Artificial (IA) desde hace más de 50 años. Películas como A.I. Artificial Intelligence de 2001 que fue inspirada en el libro “Supertoys last all summer long” de Brian Aldiss publicado en 1969, plantea la existencia de robots humanoides que son capaces de generar sentimientos humanos.

Aunque existe una gran carga de ficción, lo que sí es verdad hoy es que los primeros usos e integraciones de la tecnología digital con la IA, particularmente en la salud, ya son una realidad y nos comienzan a sorprender en situaciones de la vida diaria.

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El concepto de IA es complejo, ya que es más que un conjunto de procesos automatizados o digitales. Se trata de la evolución computacional a un nivel donde los sistemas sean capaces de comunicarse entre sí, auto aprender y discernir conceptos abstractos como los sentimientos o la moral.

Al final, esta maquinaria de inteligencia deberá evolucionar por sí sola y llegar a ser una potenciadora de la mente humana, con capacidad de autonomía y autogestión de un tipo de pensamiento meta humano.

Ahora bien, todos estos sistemas son posibles a través de complejas vías de interacción entre unidades de información que emulan el cerebro humano y son llamadas redes neuronales y es justo la complejidad de dichas redes lo que profundizará la evolución tanto de la IA misma como de sus interacciones con los seres humanos.

Grandes iniciativas como el Proyecto BRAIN, liderado en su inicio por el neurobiólogo español y Profesor Rafael Yuste de la Universidad de Columbia en los Estados Unidos, que ha levantado millones de dólares en inversión destinados a entender la complejidad biológica de las mas de 80 millones de neuronas y sus interconexiones dentro del cerebro humano, y cómo se debe utilizar este complejísimo mapa para desarrollar las tecnologías futuras que impactarán en la aplicación de los sistemas inteligentes en áreas como la salud, la robótica, las comunicaciones y las relaciones humanas.

Google y otras empresas tecnológicas utilizan ya esos conocimientos en sus propios desarrollos generando millones de dólares de retorno.

Ya existen modelos experimentales donde pacientes con discapacidad motora, como consecuencia de la enfermedad de Parkinson o en la esclerosis lateral amiotrófica, tendrán la posibilidad de controlar robots con interfases cerebro-máquina que les permitirán la movilidad e independencia que la enfermedad actualmente les impide.

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La robótica con algoritmos digitales ya empieza a ver la luz en modelos comerciales de prótesis con predicción y estabilización de movimientos a través de mediciones electromiográficas (señales eléctricas originadas en los músculos), así como en prototipos de tecnología de respiración artificial que utilizan bucles de información entre la máquina y el sistema cardiopulmonar del paciente para predecir si requiere adaptaciones dinámicas de su indicadores del nivel de oxigenación o si el paciente puede ser retirado con seguridad o no del respirador automático.

La sofisticación en la aplicación de la IA en el diagnóstico de enfermedades, la selección de tratamientos, planeación de intervenciones quirúrgicas o inclusive la cirugía robótica a distancia, está a unos cuantos años de pruebas clínicas para su validación y ejecución convencional.

La singularidad tecnológica es la cumbre de la IA, la explosión de inteligencia resultante dará lugar a máquinas cada vez más autónomas y precisas que podrán generar grandes beneficios a la humanidad a través de sistemas de salud más eficientes, pero también podrá dar lugar a grandes dilemas bioéticos y de control sobre esas mismas capacidades.

La idea de estos sistemas inteligentes ha creado bandos entre los escépticos y los optimistas de la IA y plantea un activo debate, como lo vemos entre los autores Peter Diamandis de Singularity University y Max Tegmark del MIT. El futuro de la salud en el campo de la IA y la singularidad aún tienen mucho camino en común por recorrer.

Lo que el doctor quiso decir

No sé si les pasa como a mí cuando escucho o leo al Dr. Fernando Castilleja hablarnos del futuro de la salud: parece que estamos viendo cómo se convierte en realidad todo lo que hace unos años se llamaba “ciencia ficción”.

Me encantó la conclusión de “inteligencia es igual a conexión” y no a individualidad, porque ello significa que sea lo que sea que tenga que pasar, será por la suma coordinada de muchos esfuerzos de investigación e innovación colaborativa.

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Por otro lado, la idea de máquinas que se gobiernan solas, me resulta terrorífico, así que prefiero la propuesta de hacer que la mente humana se pueda conectar con las máquinas para controlarlas en favor del bienestar y la calidad de vida de la humanidad.

Finalmente, este concepto de la “singularidad” en el que las máquinas no son autogobernables y que pueden usarse para resolver las desigualdades sociales me encanta, ya urge que los avances en Inteligencia Artificial sirvan para hacer un mundo más justo y no sólo para decidir por nosotros qué ver en las redes sociales o sugerirnos opciones de compras desde nuestro celular.

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Notas del editor:

Esta columna es parte del serial 'El futuro de la salud' de Health Café .

Fernando Castilleja es médico internista y experto en Medicina de estilo de vida e innovación en Salud. Profesor de la Escuela de Medicina del Tec de Monterrey desde hace 20 años. Co-founder de NuupHealth y CEO de Genethic Services. Mentor Endeavor, McCombs Business School en UT Austin, HealthIDS y Nodos Binacionales de Innovación de CONACYT. Síguelo en @FCastillejaMD y/o en LinkedIn .

Juana Ramírez es fundadora, CEO y Chairwoman de Grupo SOHIN. Presidenta de la Fundación Guerreros. Emprendedora Endeavor. Presidenta del Consejo Directivo de la Asociación de Emprendedores de México. Autora de la iniciativa “Medicina con M de Mujer”. Maestra universitaria en la UP y el IPADE Business School. Síguela en @JuanaSohin y/o en LinkedIn .

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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