Durante esa misma década, esta campaña permitió generar un crecimiento de 14,000% en términos de reconocimiento de marca, según el Absolut book: the Absolut Vodka story. Journey Editions escrito por Richard Lewis.
Tal vez fuera el “american way” que había dentro del nacido en Pittsburgh o tal vez fue su profundo conocimiento del consumismo promovido en su época, pero podemos aventurarnos a decir que, en la toma de su decisión, no despreció la plataforma que ofrecen los anaqueles de un supermercado para dar visibilidad a su trabajo.
Se trata de uno de los casos de estudio más visitados por escuelas de marketing y publicidad, además de que marcó el rumbo de otras colaboraciones similares entre las más diversas marcas y artistas, además dio origen a lo que llamamos Branding Art.
Existen estudios formales sobre el valor que añaden las bellas artes a una marca, como el Art and the brand: The role of visual art in enhancing brand extendibility, publicado por el Journal of Consumer Psychology, que demuestran que las marcas de lujo son mejor percibidas cuando son vinculadas con algún tipo de obra creativa.
Existen suficientes ejemplos de estos “matrimonios por conveniencia” que son conocidos y exitosos, como el de Jeff Koons con una casa de marroquinería de lujo francesa o el del británico Damien Hirst con una popular marca de jeans, todo esto bajo la bandera de la democratización.
Y no solamente es una manera de llegar a las masas a través de artículos de uso cotidiano, sino una manera de generar valor en dos industrias que, si bien no parecen comulgar a primera vista, tienen más de una manera de congeniar.
Es una manera de sostener las carreras de artistas emergentes y de impulsar la economía del arte en general, una suerte de mecenazgo que genera valor tanto para el artista como para el patrono y además, su resultado es algo estético que la gente puede disfrutar en su día a día, como un anuncio espectacular, una botella o un mural en un parque público. Las marcas, por su parte, reciben mayor aprobación y aunque es difícil conocer con exactitud si no hay un reporte financiero, incrementos en sus ventas. Es la definición de un ganar-ganar.
Si las analizamos por separado, la industria publicitaria genera cada año más de 770,000 millones de dólares (mdd) en ingresos a nivel global, según Statista; mientras que la del arte alcanzó un valor de 65,000 mdd en 2021, de acuerdo con un estudio realizado por Art Basel y el Banco UBS.