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¿Tesla está cumpliendo su promesa?

A qué intereses políticos atiende la instalación de su nueva fábrica es un hecho minúsculo (...) El impacto trascendente está en lo que representa un proyecto así en la psicodinámica colectiva.
lun 13 marzo 2023 06:06 AM
Quién es Teresa Gutiérrez, la nueva Country Manager de Tesla en México
La promesa de Tesla es ayudar a hacer más prevalentes las energías limpias en el planeta, y hasta el momento, ha puesto acciones en sus palabras, apunta Juan Carlos Chávez.

(Expansión) - El debate alrededor de Tesla entrando a México ha tomado un rumbo muy pobre. Primordialmente, se discuten cuestiones que corresponden a intereses egoístas y se está perdiendo de vista la perspectiva más relevante.

A qué intereses políticos atiende la instalación de su nueva fábrica es un hecho minúsculo a mediano y largo plazo. El impacto trascendente se encuentra en lo que representa un proyecto así en la psicodinámica colectiva.

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Contra todo pronóstico, este esfuerzo ha revolucionado la industria automotriz, convirtiéndose en una de las empresas más ricas del mundo. ¿Cómo? Entre otras cosas, conectando con la arquitectura biofísica humana. Su fundador, Elon Musk, ha sido extraordinariamente hábil para identificar que un propósito protegiendo el bienestar y la prevalencia de la vida es un arma económica colosal. Esto último sucede porque los Homo sapiens estamos diseñados para procurar la abundancia vital y aquello que la permite como el planeta y sus habitantes. Por esta razón, la misión establecida de Tesla no es convertirse en la compañía más afluente sino acelerar la transición del mundo hacia la energía sostenible.

Tendemos a ignorar que, como humanidad —e incluso como seres vivientes—, tenemos una lucha en común: modelar un futuro fértil. Consecuentemente, cualquier proyecto que defienda tal meta será especialmente atractivo para nosotros.

Por lo tanto, un político hambriento de votos o un empresario en busca de utilidades se verán significativamente beneficiados si su agenda contempla el cuidado del ecosistema. Precisamente, ahí es donde debía centrarse el debate de una sociedad inteligente en evolución. Por desgracia, actualmente vemos más ataques personales y menos ideas profundas en el acontecer social.

Depende de cada uno de nosotros romper la inercia destructiva y poner lo importante al centro de la conversación: ¿Tesla está cumpliendo su cometido de fomentar las energías sostenibles en el caso de México? ¿Cómo pueden el país y sus ciudadanos ayudar a reforzar su propósito? ¿Qué empresas nacionales comparten dicha meta? ¿Las decisiones del gobierno comulgan con la lucha o atienden a conveniencias egoístas? ¿Latinoamérica está lista para los autos eléctricos o solo seremos una base de producción barata para mercados más avanzados?

La solución comienza con una sociedad civil consciente e informada que, en consecuencia, demande mucho más que las retóricas simplistas y deshonestas de siempre.

Sobre el tema en cuestión, lamento informar que —según el Informe Especial del IPCC— si seguimos emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual, es probable que se alcance un punto crítico, después del cual el cambio climático se vuelva irreversible e incontrolable en menos de 30 años.

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Tenemos el tiempo contado y pocos parecen responder al llamado. Ya no se trata de escenarios lejanos poco probables sino de situaciones certeras que afectarán gravemente la calidad de vida de la gran mayoría en el presente y futuro cercano. La Tierra, el único santuario conocido de la vida en el universo, jamás había enfrentado una amenaza tan inminente y a nuestros líderes solo parece interesarles su beneficio propio inmediato.

El avión cae en picada y sus tripulantes pelean por los canapés a bordo.

Sí, la creación de empleos y la permanencia de los flujos de moneda en el país son detalles dignos de consideración, pero estamos dejando fuera la visión más significativa y la oportunidad de convertirnos en protagonistas de la historia global.

Entonces, ¿la promesa de Tesla es crear empleos y derrama económica? No, ni tampoco su responsabilidad como empresa extranjera; esa es la tarea de los gobiernos. Su promesa es ayudar a hacer más prevalentes las energías limpias en el planeta, y hasta el momento, ha puesto acciones en sus palabras. Ahora los mexicanos seremos testigos calificados para demandar y aportar directamente con el cumplimiento de este urgentísimo compromiso.

Nota del editor: Juan Carlos Chávez es Profesor de Creatividad y Bioeconomía (Genética, Neurobiología, Biofísica y Psicología en un contexto económico) en el sistema UP/IPADE y autor de los libros Inteligencia Creativa (2022), Multi-Ser en busca de sentido (2021), Psico-Marketing (2020) y Creatividad: el arma más poderosa del Mundo (2019). Es director de www.G8D.com Agencia de Comunicación Creativa y consultor de cientos de empresas nacionales y transnacionales. Síguelo en Facebook , Instagram y LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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