Me parece fundamental destacar la corresponsabilidad y el trabajo en equipo de diferentes grupos de interés y usuarios (todos somo usuarios) en la concientización y participación activa para cuidar el agua no solo cuando ya sale de la tubería o cuando abrimos la llave, sino en la medida de lo posible, desde la educación y formación para garantizar su disponibilidad y acceso para todos en el futuro.
Para eso es necesario saber la realidad, cuál es el riesgo y cuál la oportunidad; en dónde hay problemas hoy y en dónde habrá mañana, pero sobre todo qué herramientas tenemos y necesitamos para generar una conciencia propositiva y corresponsable, una que sume esfuerzos y busque oportunidades y soluciones a los retos, por eso creo que la corresponsabilidad es clave. Sin información y mucha emoción, es muy fácil emitir opiniones, críticas o hacer señalamientos a un solo sector, grupo o región como únicos responsables de garantizar la disponibilidad de este recurso para todos, por supuesto, no tienen sentido. Necesitamos trabajar juntos, en equipo.
La corresponsabilidad implica que cada uno de nosotros tiene un papel que jugar en la gestión y conservación del agua. Las empresas deben utilizar el agua de manera responsable, implementando prácticas sostenibles y tecnologías que permitan reducir el consumo de agua y mejorar su calidad. Los gobiernos deben establecer políticas públicas que aseguren y promuevan el acceso al agua y su gestión sostenible, desde la conservación de las cuencas, pasando por infraestructura adecuada (y con mantenimiento correcto, aunque no se vea y no genere votos) no únicamente en tiempos de sequía cuando ya es tarde. Las comunidades y los usuarios en los hogares deben tomar conciencia y adoptar hábitos responsables en su uso y consumo, así como el agro debe contar con conocimiento y tecnología que fortalezca al sector siendo eficiente y efectivo en el uso del recurso hídrico.
La gestión sostenible del agua requiere de la corresponsabilidad, la educación y la colaboración de todos los actores involucrados, todos los usuarios de agua…desde los gobiernos y las comunidades hasta el sector productivo, agrícola… todos.
Por eso quiero aprovechar este espacio para invitar a la corresponsabilidad. A que dejemos de estar culpando a otros por lo que nos toca hacer a cada uno y dejar de ver lo que otros consumen y hacernos responsables de lo que nos corresponde. Por muy pequeño el usuario, si no suma esfuerzos, literalmente la fuga continúa. Es como una cubeta llena de agua, si cada usuario toma acción la cubeta mantiene su nivel, si alguno por mas pequeño no lo hace mantienen la fuga para todos y el nivel baja.
El escenario ideal, y único, para solucionar el reto del agua es que todas las partes interesadas trabajemos juntas para encontrar soluciones innovadoras y sostenibles que garanticen el acceso al agua limpia y segura.