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Atleta de las ventas. ¿Cuál es tu historia como vendedor?

Como en la vida, uno puede vender como sea, como salga, o puede entrenar y dar su más alto desempeño. Igual que al correr, puedes correr para una actividad física o para ver hasta dónde puedes llegar.
vie 04 agosto 2023 12:00 AM
Carrera
Un atleta de las ventas trabaja la confianza y la relación, no solo habla con sus clientes para vender, tiene fuerza, argumentos, datos que le permiten hacer propuestas irresistibles; tiene velocidad, valentía para dar todo y se arriesga a cerrar, a preguntar, apunta Jorge Cuevas.

(Expansión) - Soy escritor, he hecho 13 libros, cuatro best sellers, hago narrativa y entreno empresas. Todo eso siempre me ha encantado, pero lo que odiaba al principio era tener que vender y, peor aún, venderme. Mira lo que pensaba: ¿No me podrá vender alguien más? ¿Y si delego ese trabajo? Y sí, delegué muchas cosas, pero al final no me quedaba de otra que vender porque tenía que hablar con los clientes, presentar el proyecto en la última instancia antes de que se cerrara un contrato.

Imagino que una pitonisa en Delfos me dijo: “Para que te vaya bien en tu vida profesional, tu destino es vender. No podrás vivir de escribir, narrar y capacitar empresas a menos que aceptes el llamado: hay que vender”.

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¡Maldita sea -pensaba yo-, odio vender! Y disculpen mi dramatismo, pero el Dios de las ventas me persiguió hasta que acepté el llamado y no había escapatoria. Dicho de otra forma, me liberé y me empezó a ir muy bien el día que dije: venga, vender es parte de mi vocación y si lo hago con gusto me irá bien. Ojo, a mí siempre me ha encantado compartir y hablar, pero vender y venderme… ¿Me entiendes? Eso era lo que me conflictuaba, porque no es lo mismo hablar que vender. “Hay quienes hablan mucho y no venden nada”, no te confundas.

¿Cuál es tu historia con las ventas?

¿Tú qué haces?, ¿eres un emprendedor que debe vender su producto?, ¿un directivo que debe vender sus ideas a su equipo, a sus pares o al consejo de la empresa?, ¿un colaborador de una empresa a la que se le atora todo porque no sabe vender sus proyectos?, ¿un artista que debe saber venderse para poder tener más recursos para su arte…?

Me gustaría compartirte dos cosas en esta columna. Una es que para cambiar mi mentalidad tuve que crear un concepto de ventas que me inspirara. A ver qué tal te suena, lo puedes adoptar o quizá prefieras crear el tuyo propio. El chiste es que tu definición de ventas te haga prepararte, aprender, entrenarte y hacerlo con gusto. La segunda cosa que te quiero compartir es una analogía que me hizo conectar mi diversión favorita, o sea correr, con las habilidades necesarias para también ser un atleta de las ventas.

Empecemos por la definición de ventas. Para que algo te guste, es clave que tu narrativa te haga sentido, que te sientas inspirado al hablar de ello. Te recomiendo mucho el #LibroChido, ‘El cerebro Despierto’ , en donde, entre otras cosas, la doctora Miller te ayuda a entender la conexión entre el significado que le damos a las cosas y los efectos que eso genera en nuestro cerebro. Esto al final nos lleva a deducir que lo que signifique vender para ti tendrá una asociación directa con tu actitud y tus resultados. O sea, no importa cuántas técnicas o cursos hagas, ni qué estrategia tengas, si en tu cabeza no cambia la perspectiva, los esfuerzos darán pocos frutos. El mindset lo es todo.

Vender para mí. Es la capacidad de contagiar a otros para que inviertan dinero, tiempo o esfuerzo en algo que les va a beneficiar. Claro, esto implica una sola condición para poder vender, que no puedo vender cualquier cosa, solo algo que me guste, en lo que crea. Vender es un catalizador, un camino para multiplicar, llegar a más y generar abundancia.

¿Tú cómo defines vender?, ¿cómo puedes estructurar ese concepto en tu mente para que te haga sentido y lo hagas con pasión y no porque no hay de otra? Ahora bien, igual que muchas cosas en la vida, uno puede vender como sea, como salga, o puede entrenarse y dar su más alto desempeño. Igual que al correr, puedes correr para tener una actividad física o para ver hasta dónde puedes llegar. En el caso de las ventas, ¿te gustaría ser un atleta?

Bueno, en el atletismo hay cuatro cualidades básicas: la resistencia, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad. ¿Tú corres, nadas, haces bici u otro deporte? De las cuatro cualidades, ¿en cuál eres bueno y cuál es tu coco? A mí me encanta ver las ventas bajo estas cuatro cualidades, me hace ver lo multidisciplinario que necesito ser para lograr llevar esos beneficios a un cliente.

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Las cuatro cualidades del ‘vendedor de fondo’

La resistencia. Es la constancia, la condición física. En las ventas, yo la veo como la capacidad de mantenerte en contacto con tus clientes, de escucharlos, de estar atento a sus necesidades, de generar confianza a largo plazo y sostenerla. Claro, puedes ser un vendedor de fondo que genera mucha confianza, pero que le falta fuerza y velocidad para cerrar acuerdos. Un vendedor que solo trota y no corre.

La fuerza. Es la potencia de las palabras, la capacidad de convencer, proponer, de argumentar, de contagiar a otros hablándoles de tus productos o servicios.

La velocidad. Es la capacidad de acelerar tratos, de no tener miedo a cerrar un acuerdo y empujar la venta.

La flexibilidad. Es la capacidad de cambiarte de canal, saber cuándo se trata de escuchar y acompañar, en qué momento debes compartir y explicar tu producto y cuándo es momento de acelerar y propiciar el cierre.

Te comparto un quiz para que te autoevalúes y veas en qué eres fuerte y en qué necesitas prepararte más. Un atleta equilibra su entrenamiento. Debe correr distancias para tener fondo físico; fuerza para enfrentar subidas y mantener tus músculos al 100 toda la competencia; velocidad para apretar y ganar; y la flexibilidad muscular y ósea para no lesionarse. Un atleta de las ventas trabaja la confianza y la relación, no solo habla con sus clientes para vender, tiene fuerza, argumentos, datos que le permiten hacer propuestas irresistibles; tiene velocidad, valentía para dar todo y se arriesga a cerrar, a preguntar. ¿Qué te parece?, ¿podemos empezar el proceso para facturar? Y, sobre todo, la flexibilidad para saber cuándo hacer una u otra cosa.

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Nota del editor: Jorge Cuevas es autor de “Maratones del Infierno”, de los Best Sellers de Grijalbo “Kamasutra de la Innovación” y “Maratón”. Es corredor Boston Qualified, ha hecho 14 maratones en el mundo, en lo profesional consultor y speaker creativo en empresas nacionales y trasnacionales. Es adicto a la lectura, por eso comparte a través de #LIBROSCHIDOS textos que lo han impactado. Síguelo en sus cuentas de Twitter , Facebook e Instagram . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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