¡Maldita sea -pensaba yo-, odio vender! Y disculpen mi dramatismo, pero el Dios de las ventas me persiguió hasta que acepté el llamado y no había escapatoria. Dicho de otra forma, me liberé y me empezó a ir muy bien el día que dije: venga, vender es parte de mi vocación y si lo hago con gusto me irá bien. Ojo, a mí siempre me ha encantado compartir y hablar, pero vender y venderme… ¿Me entiendes? Eso era lo que me conflictuaba, porque no es lo mismo hablar que vender. “Hay quienes hablan mucho y no venden nada”, no te confundas.
¿Cuál es tu historia con las ventas?
¿Tú qué haces?, ¿eres un emprendedor que debe vender su producto?, ¿un directivo que debe vender sus ideas a su equipo, a sus pares o al consejo de la empresa?, ¿un colaborador de una empresa a la que se le atora todo porque no sabe vender sus proyectos?, ¿un artista que debe saber venderse para poder tener más recursos para su arte…?
Me gustaría compartirte dos cosas en esta columna. Una es que para cambiar mi mentalidad tuve que crear un concepto de ventas que me inspirara. A ver qué tal te suena, lo puedes adoptar o quizá prefieras crear el tuyo propio. El chiste es que tu definición de ventas te haga prepararte, aprender, entrenarte y hacerlo con gusto. La segunda cosa que te quiero compartir es una analogía que me hizo conectar mi diversión favorita, o sea correr, con las habilidades necesarias para también ser un atleta de las ventas.
Empecemos por la definición de ventas. Para que algo te guste, es clave que tu narrativa te haga sentido, que te sientas inspirado al hablar de ello. Te recomiendo mucho el #LibroChido, ‘El cerebro Despierto’ , en donde, entre otras cosas, la doctora Miller te ayuda a entender la conexión entre el significado que le damos a las cosas y los efectos que eso genera en nuestro cerebro. Esto al final nos lleva a deducir que lo que signifique vender para ti tendrá una asociación directa con tu actitud y tus resultados. O sea, no importa cuántas técnicas o cursos hagas, ni qué estrategia tengas, si en tu cabeza no cambia la perspectiva, los esfuerzos darán pocos frutos. El mindset lo es todo.
Vender para mí. Es la capacidad de contagiar a otros para que inviertan dinero, tiempo o esfuerzo en algo que les va a beneficiar. Claro, esto implica una sola condición para poder vender, que no puedo vender cualquier cosa, solo algo que me guste, en lo que crea. Vender es un catalizador, un camino para multiplicar, llegar a más y generar abundancia.
¿Tú cómo defines vender?, ¿cómo puedes estructurar ese concepto en tu mente para que te haga sentido y lo hagas con pasión y no porque no hay de otra? Ahora bien, igual que muchas cosas en la vida, uno puede vender como sea, como salga, o puede entrenarse y dar su más alto desempeño. Igual que al correr, puedes correr para tener una actividad física o para ver hasta dónde puedes llegar. En el caso de las ventas, ¿te gustaría ser un atleta?
Bueno, en el atletismo hay cuatro cualidades básicas: la resistencia, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad. ¿Tú corres, nadas, haces bici u otro deporte? De las cuatro cualidades, ¿en cuál eres bueno y cuál es tu coco? A mí me encanta ver las ventas bajo estas cuatro cualidades, me hace ver lo multidisciplinario que necesito ser para lograr llevar esos beneficios a un cliente.