La clave para aprovechar el poder de la IA reside en el punto de vista desde el que la observamos, si lo hacemos sólo como un medio para automatizar procesos y mejorar rentabilidades o si estamos dispuestos a explorar su capacidad para impulsar nuevas interacciones, capacidades y experiencias que las marcas pueden desarrollar en su relación con las personas. ¿Cómo podemos conseguirlo?
1. Personalización es valor, no intrusión
Gracias a las IA, nuestras capacidades para analizar grandes cantidades de datos (Huge Data) permite llevar la comprensión de los clientes a un nivel mucho más detallado. Sin embargo, en un contexto de mayor conocimiento, la tentación de la intrusión se multiplica y es más necesario que nunca que, al contrario, ese mayor conocimiento se transforme en un mayor valor de la interacción.
2. Integración perfecta
Las marcas deben centrarse en crear soluciones basadas en IA que se integren sin esfuerzo en la vida de los usuarios, eliminando la curva de aprendizaje y cualquier sensación de aprensión. Al diseñar interfaces intuitivas y experiencias centradas en el usuario, las marcas pueden generar confianza y fidelidad entre sus clientes. Más allá del gimmick actual de la IA generativa, el reto está en cómo se puede integrar como motor de una experiencia más satisfactoria.
3. Resolución de problemas y eficacia
En este mundo acelerado, el tiempo es más que nunca moneda de cambio. Las marcas deben tratar de agilizar los procesos y resolver los problemas de la vida real a través de la IA. Ya sea simplificando tareas complejas, automatizando procesos repetitivos o proporcionando información oportuna y relevante, la IA debe ser una herramienta que permita a las personas lograr más con menos esfuerzo.
4. Empatía y cercanía
Uno de los mayores desafíos para las marcas impulsadas por la IA es incorporar la empatía y la inteligencia emocional en unas interacciones cada vez más mediadas por elementos no humanos. En este sentido, los crecientes desarrollos de voces de marca serán clave para generar cercanía y coherencia en las interacciones y conversaciones con los consumidores.