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El negocio y sus colaboradores

Seguimos en una guerra por el talento donde el nivel de satisfacción de las personas se ha convertido en moneda de cambio para su permanencia en las organizaciones.
mar 15 agosto 2023 06:08 AM
El negocio y sus colaboradores
Las organizaciones que den una lectura adecuada a lo que realmente esperan los colaboradores de las empresas (más allá de un salario económico), serán las que lleven la delantera en la lucha por el talento, señala Carlos Ferrer.

(Expansión) - El mundo del trabajo atraviesa un momento histórico que nos ofrece la oportunidad de abonar, desde nuestro liderazgo, a la construcción de un nuevo nivel de relacionamiento que juegue a favor del desarrollo del negocio y del bienestar de los colaboradores.

El reto consiste en deconstruir el entendimiento que teníamos sobre las necesidades de las personas hasta antes de la pandemia, y entender que ahora necesitamos generar un conocimiento casi artesanal y por grupos de interés, si es que queremos atraer y retener a los mejores.

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Lo anterior no es gratuito: venimos de un periodo donde aprendimos a trabajar a distancia, desarrollamos resiliencia, adquirimos nuevas habilidades, fuimos más flexibles, nos frustramos y nos levantamos. Por eso, ahora que estamos de regreso es entendible que existan nuevos ánimos, pero también renovadas expectativas sobre lo que se espera del trabajo.

¿A qué me refiero? A esas necesidades genuinas que antaño eran casi invisibles, como la salud psicoemocional, la importancia de pasar tiempo en familia y con uno mismo, el desarrollo profesional a medida, la desconexión digital, o la salud física y financiera que, en conjunto, forman parte de la nueva narrativa laboral.

El tema es ¿qué hacer con ello?, ¿cómo leerlo en un contexto postpandemia donde convergen diversas generaciones?, ¿cómo alinearlo a los objetivos de negocio? Y muy importante, ¿cómo aplicarlo para mejorar la experiencia del empleado?

Definitivamente es algo que importa, y mucho; sobre todo considerando que seguimos en una guerra por el talento donde el nivel de satisfacción de las personas se ha convertido en moneda de cambio para su permanencia en las organizaciones.

Un estudio de Rankmi lo confirma. El documento “ Salario monetario vs salario emocional 2022-2023” advierte que en el último año aumentaron los llamados ‘empleados detractores’ -esos que no recomendarían a su empresa como un lugar para trabajar-, al pasar de 18% a 30% en Latinoamérica. México encabeza la lista con 33%.

Pero hay más: la firma también indica que 40.5% de los colaboradores en México no reciben beneficios adicionales a su salario, y que entre quienes sí los reciben, el 45% está satisfecho, otro 45% están neutrales y 10% están inconformes.

Desde mi punto de vista estamos ante una oportunidad de oro, pues tenemos la posibilidad de romperla con ese 45% que están en modo neutral para reconvertirlos en personas más satisfechas con su trabajo y, por ende, más comprometidas, leales y productivas.

El llamado es a aguzar los sentidos y, como líderes que somos, a impulsar el cambio. Empecemos por identificar las nuevas dinámicas en el trabajo, priorizando una comunicación más horizontal y escuchando con atención lo que dicen, piensan y necesitan los grupos de interés.

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Sí. Cito grupos de interés y no grupos generacionales porque hoy necesitamos dar tiros precisos partiendo de que las expectativas son tan distintas, como diferentes son las personas.

Por ejemplo, un hombre de la Generación X, soltero, no suele compartir las mismas necesidades que otro de una edad similar, en pareja y con hijos. Lo mismo ocurre con las personas de las demás generaciones. Con esto voy a que el salario emocional puede requerir una microgestión más o menos profunda, para lo cual deben prepararse las organizaciones.

De lo que no tengo duda es que las empresas que den una lectura adecuada a lo que realmente esperan los colaboradores de las empresas (más allá de un salario económico), serán las que lleven la delantera en esta lucha por el talento del que hablaba al principio.

El garbanzo de a libra es y seguirá siendo la flexibilidad laboral, ya sea para estar con los hijos, estudiar por las tardes, hacer ejercicio o simplemente descansar. También observo un mayor interés de los jóvenes por tener cobertura de salud, educación financiera y acceso a productos crediticios.

Opciones hay muchas, pero la meta es la misma: apuntalar la estrategia empresarial considerando que una buena experiencia del empleado puede aumentar la satisfacción y motivación laboral, lo que nos beneficia a todos.

¡Hagámoslo posible! Superemos, si es necesario, viejas creencias sobre lo que ‘debe ser’ y atrevámonos a ser más ágiles, flexibles y modernos sin perder de vista los indicadores de medición y control, los cuales también se pueden adaptar. ¿Te hace sentido?

Concluyo con una frase que me gusta mucho y la comparto a modo de reflexión. ¡Hasta la próxima!

“Se puede soñar, crear, diseñar y construir el lugar más maravilloso del mundo... pero son las personas quienes hacen realidad ese sueño”: Walt Disney.

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Nota del editor: Carlos Ferrer es Director General de Sodexo Beneficios e Incentivos México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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