En esta revolución empresarial, México desempeña un papel central debido a su posición geográfica estratégica. Nuestra proximidad al mercado de Estados Unidos ha convertido al país en un imán para empresas de diversas partes que buscan optimizar costos, reducir tiempos de entrega y mantener una mayor cercanía a sus mercados objetivo.
Sin embargo, este florecimiento del nearshoring requiere talento altamente especializado, lo que ha desencadenando una competencia por atraer y retener a profesionales con habilidades en distintos campos. La demanda de ingenieros, desarrolladores de software, expertos en logística y otros perfiles esenciales se ha convertido en una prioridad fundamental para las empresas que buscan mantener su ventaja competitiva en esta nueva era de oportunidades y desafíos.
De tal manera que la capacidad de las empresas para atraer y retener al mejor talento determinará su ventaja competitiva a largo plazo, por lo que deberán implementar estrategias integrales no solo para quedarse con los mejores profesionistas sino mantenerlos motivados.
Desde mi experiencia, las inversiones en programas de desarrollo profesional, capacitación continua, beneficios personalizados, cuidado de la salud física y mental y además la promoción de un entorno laboral colaborativo y estimulante son solo algunos de las estrategias para nutrir y preservar el talento y aprovechar esta gran oportunidad que el nearshoring representa para muchas organizaciones y para México.
Al combinar estas acciones de manera hábil, las empresas pueden asegurar un crecimiento sostenible en este modelo empresarial. La inacción en este ámbito podría acarrear costos significativos, además de perder grandes oportuidades de negocio. Las estadísticas demuestran que reemplazar a un colaborador en México puede suponer un gasto de hasta 45,000 pesos. Para aquellas empresas con plantillas extensas y múltiples sedes, los posibles costos asociados con la pérdida de talento y la alta rotación podrían alcanzar cifras millonarias.
Cada punto porcentual de reducción en las tasas de rotación se traduce en un impacto financiero positivo a largo plazo. Por lo tanto, la necesidad imperante de establecer estrategias sólidas para atraer y retener a los profesionales mejor capacitados resulta innegable.
La conexión entre el éxito del nearshoring y la inversión en capital humano se vuelve aún más evidente cuando se examinan las tendencias actuales en el mundo laboral, por lo que las empresas que pueden ofrecer un ambiente de trabajo enriquecedor y oportunidades tangibles para el aprendizaje y la mejora profesional tendrán una ventaja competitiva clara y mantendrán a los mejores colaboradores.
En este sentido, el desarrollo de una cultura empresarial que promueva la innovación, la creatividad y el trabajo en equipo es esencial. Las empresas líderes no solo se enfocan en la adquisición de talento, sino también en su cultivo y evolución a lo largo del tiempo. Además de los aspectos tangibles, como la inversión en capacitación y la creación de un entorno laboral estimulante, también deben mantener una comunicación efectiva con sus colaboradores.