La incertidumbre económica, los recortes de empleo, los bajos salarios, falta de pago y prestaciones, recorrer grandes distancias entre el trabajo y el hogar, la falta de equidad de género, además de abuso y acoso en el trabajo son algunos causantes que provocan que prevalezca la fatiga o el síndrome del trabajador ‘quemado’ en América Latina
Y aunque los factores son muy diversos y varían según la persona y el entorno laboral, son cuatro aspectos los que están detonando que este problema psicosocial avance: una carga de trabajo excesiva (que provoca estrés al sentir que las tareas son interminables); falta de control (cuando los trabajadores sienten que no tienen dominio sobre su trabajo o no tienen la autonomía para tomar decisiones importantes); un ambiente laboral tóxico (el acoso, discriminación, falta de apoyo o conflictos en el lugar de trabajo); y falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Es un hecho, el problema del burnout está azotando a México, pero no todo está perdido, un cambio en la cultura laboral es la solución.
En 2020 entró en vigor en México la NOM 035, una norma aplicable a nivel nacional que busca prevenir los riesgos psicosociales en los entornos laborales. Entre los beneficios más grandes que ha traído esta norma es la de visibilizar el problema del burnout, antes ignorado por los propios trabajadores y por las empresas.
Por qué importa el agotamiento laboral
El impacto del burnout va más allá del propio individuo, que ya es bastante importante. Diversos estudios muestran que su alcance tiene tres dimensiones: el psicológico, el físico (que deriva en enfermedades cardiacas, de presión arterial y musculoesqueléticas) y el organizacional.
Por sus consecuencias, este último ha puesto la salud mental en la agenda de los líderes empresariales, pues genera ausentismo, insatisfacción laboral (falta de motivación y contentamiento) y presentismo, esto es, estar presente en el trabajo físicamente, pero con un rendimiento, productividad y compromiso reducidos debido a los problemas de salud o estrés. Situaciones que golpean el desempeño, la reputación empresarial y deterioran la cultura organizacional.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral le cuesta a México entre 5,000 y 40,000 millones de dólares al año. En el país, 8 de cada 10 trabajadores han padecido estrés laboral, por esa razón, desde el 2022 ya es reconocida como una enfermedad profesional por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).